La automatización masiva en Amazon ya no es un proyecto a futuro, sino una realidad en marcha. Documentos internos filtrados y obtenidos por The New York Times revelan que el gigante del comercio electrónico busca reemplazar hasta 600.000 empleos humanos con robots antes de 2033. La compañía planea automatizar el 75% de sus operaciones globales con el objetivo de reducir costos logísticos y aumentar la eficiencia de su red de distribución.

El plan, calificado internamente como una “optimización de operaciones logísticas”, apunta a un ahorro de 12.600 millones de dólares entre 2025 y 2027, frente a una inversión estimada de 10.000 millones en el desarrollo e implementación de su flota robótica. Según los reportes, cada máquina permitirá a la empresa ahorrar hasta 30 centavos por producto despachado. Amazon calcula que esta transición evitará la contratación de más de 160.000 nuevos empleados en los próximos dos años.

En Estados Unidos, la empresa ya ha triplicado su personal desde 2018, alcanzando cerca de 1,2 millones de trabajadores, pero las cifras podrían estancarse o incluso reducirse con la llegada de nuevas tecnologías. En su almacén experimental de Shreveport, Luisiana, mil robots realizan tareas de carga, transporte y clasificación, reduciendo en un 25% la necesidad de mano de obra humana. Amazon prevé replicar este modelo en 40 centros logísticos adicionales antes de 2027.

La compañía ha diversificado su flota de máquinas, incorporando robots humanoides, brazos mecánicos y unidades móviles autónomas capaces de operar en conjunto. En otros centros, como el de Stone Mountain, Georgia, la modernización podría eliminar hasta 1.200 empleos, consolidando un patrón que desplaza el trabajo físico hacia labores de supervisión, reparación y programación de sistemas automatizados.

Aunque Amazon sostiene que los documentos filtrados “no representan su estrategia oficial de contrataciones”, los analistas advierten que la tendencia es irreversible. La empresa espera duplicar sus ventas globales en los próximos ocho años sin incrementar proporcionalmente su plantilla humana. El debate, cada vez más urgente, gira en torno al papel del trabajador en un entorno dominado por robots que, lejos de reemplazar solo la fuerza, comienzan a redefinir la estructura misma del empleo moderno.