El cardenal Carlos Castillo presentó su renuncia como arzobispo de Lima al papa Francisco al cumplir este viernes 75 años, en cumplimiento del protocolo establecido en el Código de Derecho Canónico para garantizar el liderazgo pastoral dentro de la Iglesia.

La decisión de aceptar o no su dimisión dependerá del sumo pontífice, quien evaluará su continuidad en el cargo, teniendo en cuenta su estado de salud. Mientras tanto, Castillo Mattasoglio deberá permanecer en funciones hasta que el Vaticano tome una determinación.

Castillo fue designado arzobispo de Lima por el papa Francisco el 25 de enero de 2019, tras la salida de Juan Luis Cipriani. En diciembre de 2024, recibió el título de cardenal, consolidando su posición dentro de la Iglesia Católica en el país.

Durante su gestión, ha mantenido posturas distintas a las de su predecesor, expresando su rechazo al Sodalicio y respaldando iniciativas artísticas controversiales, como la obra ‘María maricón’.