Marita Sonia Barreto Rivera, fiscal a cargo del Equipo Especial contra la Corrupción del Poder (EFICCOP), enfrenta graves cuestionamientos sobre la validez de su título de maestría en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, otorgado por la Universidad Alas Peruanas. Un informe de Contracorriente ha puesto en duda la legalidad de su graduación, realizada en condiciones irregulares.

Barreto, conocida por su papel en investigaciones anticorrupción, inició estudios de maestría en Política Fiscal y Tributación en la Universidad Nacional Federico Villarreal en 2007. Sin embargo, en 2009 se trasladó a la Universidad Alas Peruanas, donde se graduó en un área distinta, Derecho Constitucional y Derechos Humanos, en circunstancias poco claras.

Según Justo Solís, director de la Escuela de Postgrado de Villarreal, esto contraviene la ley universitaria, ya que no se justifica cómo Barreto convalidó sus estudios ni por qué sus documentos de tesis desaparecieron.

En 2013, Barreto presentó su tesis y obtuvo su maestría en un tiempo récord de cinco días, un hecho inusual. Además, en un proceso de divorcio, la fiscal alegó haber abandonado sus estudios en Villarreal por una deuda de 1,600 soles, aunque los registros muestran que todas sus cuentas estaban pagadas.

Más allá de las dudas sobre su formación académica, la personalidad de Barreto ha sido objeto de análisis. Informes psicológicos realizados en 2008 la describen como histriónica, con una tendencia a exagerar y con una emocionalidad inestable. Otro peritaje destacó su intolerancia a la crítica, inseguridad y desconfianza, rasgos que, según algunos, se han reflejado en su carrera pública.

A estos cuestionamientos se suman los 31 procesos judiciales que enfrenta, entre ellos 13 de familia, dos civiles y dos penales. Su comportamiento ha generado críticas de expertos y figuras políticas, y recientemente, la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público le abrió un proceso disciplinario por su conducta problemática.