Una verdadera celebración del Perú se vivió en la capital de Estados Unidos. En el marco del programa “Passport DC”, la Embajada del Perú abrió sus puertas al público y logró convocar a más de 16 mil personas, que disfrutaron de una jornada repleta de cultura, arte y, sobre todo, sabores típicos del país andino.

El evento, que reúne cada año a cientos de visitantes en torno a las representaciones diplomáticas, permitió que miles de asistentes conocieran de cerca las expresiones más representativas de la identidad peruana.

Durante la jornada, los visitantes pudieron degustar una amplia oferta de platos tradicionales preparados por restaurantes y emprendimientos peruanos radicados en Estados Unidos. El ceviche, la causa limeña, el ají de gallina, así como innovadoras propuestas como helados de lúcuma cubiertos con chocolate peruano, fueron algunos de los productos que más atención despertaron entre los asistentes. El evento también incluyó muestras artísticas, presentaciones musicales y exposiciones sobre la diversidad cultural del país.

Alfredo Ferrero, embajador del Perú en Estados Unidos, calificó la actividad como un éxito y subrayó su valor estratégico. “Ha sido un día redondo de mucha actividad. El Perú, de esta forma, también promociona su imagen para lograr captar mayor interés de los turistas”, afirmó. La iniciativa forma parte de los esfuerzos diplomáticos por posicionar la marca país en el extranjero y atraer visitantes internacionales.

El “Passport DC” es una iniciativa anual que permite al público recorrer decenas de embajadas con sede en Washington y conocer más sobre las culturas que representan. La edición de este año marcó una participación especialmente destacada para el Perú, cuya propuesta fue una de las más concurridas y comentadas entre los asistentes.

Además de la gastronomía, la embajada presentó expresiones del folclore, obras de arte tradicional y material turístico que destacaba las maravillas del país, como Machu Picchu, la Amazonía y la reciente iniciativa del teleférico hacia Choquequirao. De este modo, la jornada sirvió no solo como una fiesta cultural, sino como una oportunidad para seguir posicionando al Perú como un destino atractivo a nivel global.