El gobierno peruano ha dado un paso firme para combatir la pesca ilegal en sus aguas al publicar un Decreto Supremo que estaba dormido durante meses en la fase de prepublicación.

Esta nueva normativa busca frenar las operaciones ilegales de barcos pesqueros chinos, en su mayoría dedicados a la captura de pota, que ingresaban a puertos peruanos sin cumplir con los requisitos de monitoreo establecidos por el país.

El decreto establece que las embarcaciones extranjeras, particularmente las chinas, deberán instalar el sistema peruano de monitoreo satelital. Este sistema, diseñado para no poder ser apagado ni manipulado, permitirá al gobierno y a las autoridades de pesca rastrear los movimientos de estos barcos y asegurarse de que no ingresen ilegalmente a las 200 millas náuticas de aguas territoriales peruanas.

El problema ha sido recurrente en la costa peruana, donde barcos de bandera china han sido acusados de apagar sus sistemas de rastreo para realizar actividades de pesca no regulada. Estas embarcaciones no solo impactan negativamente en los recursos marinos, sino que también afectan a los pescadores artesanales locales, quienes llevan mucho tiempo exigiendo mayor control sobre las operaciones extranjeras.

El decreto también establece que, si estos barcos quieren ingresar a puertos peruanos o utilizar astilleros, como los de la Marina, deberán estar sujetos al monitoreo permanente. Este paso busca poner fin a las "trampas" utilizadas por las embarcaciones extranjeras para evitar ser detectadas cuando incursionan en aguas peruanas.

Aunque el decreto es una victoria para los pescadores artesanales, quienes celebran la medida, aún queda el desafío de asegurar su cumplimiento efectivo. La fiscalización será clave para que no se encuentren vacíos legales que permitan que esta situación continúe.

La publicación del Decreto Supremo es el resultado de la presión mediática y ciudadana que, durante meses, ha expuesto la influencia diplomática silenciosa de China en la región. Sin embargo, con esta nueva normativa, se da un paso firme hacia la defensa de los recursos marítimos de Perú y su soberanía.