Según una reciente encuesta nacional de Datum, la ciudadanía peruana manifiesta un alto nivel de desconfianza hacia los fiscales y jueces del sistema de justicia. El 80% de los encuestados afirmó desconfiar de los fiscales, mientras que el 77% expresó lo mismo respecto a los jueces.

Sorprendentemente, los policías, que históricamente han tenido una imagen desfavorable en estas encuestas, registraron un nivel de desconfianza inferior, con un 63%.

La percepción negativa hacia los fiscales se atribuye principalmente a la corrupción, señalada por el 69% de los encuestados como la razón principal de su desconfianza. Otros motivos incluyen la incapacidad (21%) y la lentitud en sus procedimientos (4%). Estas cifras reflejan una preocupante falta de credibilidad en el Ministerio Público, que según los expertos, no estaría cumpliendo con las expectativas ciudadanas ni con su mandato constitucional.

Además, los resultados apuntan a los fiscales como los principales responsables de las liberaciones en casos de flagrancia. Un 47% de los encuestados considera que estas liberaciones se deben a fallas en la labor fiscal, seguido por los jueces con un 35% y, en menor medida, por los policías (15%).

Estas cifras evidencian un momento crítico para el sistema judicial peruano. Aunque se trata de percepciones ciudadanas, las mismas son indicativas de un malestar generalizado y de la urgencia de reformas profundas en las instituciones encargadas de impartir justicia.

Analistas sostienen que este panorama refleja la falta de confianza en la capacidad del Ministerio Público para garantizar un sistema eficiente y libre de corrupción. Asimismo, destacan que, aunque la percepción ciudadana puede ser volátil, esta tendencia negativa podría tener consecuencias duraderas en la legitimidad de las instituciones judiciales.

El reto para el Ministerio Público y el Poder Judicial será recuperar la confianza de la población, atendiendo los reclamos de mayor transparencia, celeridad y eficacia en su desempeño. La demanda ciudadana de justicia efectiva y confiable sigue siendo una asignatura pendiente.