A casi un año y medio desde que la ex primera dama peruana Lilia Paredes arribara a México junto a sus hijos en calidad de asilada política, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue sin transparentar los beneficios ni la ayuda económica que recibe por parte del Estado mexicano.

La Secretaría de Relaciones Exteriores de México informó que “en los expedientes que obran en sus archivos”, no encontraron información sobre si la esposa del exmandatario Pedro Castillo recibe apoyo económico de la administración de López Obrador. Esta falta de claridad genera interrogantes sobre la situación de Paredes en tierras aztecas y los recursos a los que podría estar accediendo.

La llegada de Lilia Paredes a México ocurrió tras el fallido intento de golpe de Estado de su esposo en Perú, lo que llevó a la destitución y encarcelamiento de Pedro Castillo. Desde entonces, Paredes y sus hijos han residido en México bajo el estatus de asilados políticos, otorgado por el gobierno mexicano como medida de protección.

Con el cambio de gobierno en México, surgen dudas sobre si la ex primera dama podría perder su estatus de asilada. Sin embargo, expertos en derecho internacional y asilo político señalan que este estatus no debería verse afectado automáticamente por un cambio en la administración, aunque cada caso puede ser revisado individualmente según las políticas y decisiones del nuevo gobierno.