Las protestas reiniciadas el 4 de enero de este año se han concentrado principalmente en las regiones de Puno y Cusco, lugares en los que se ha afectado los derechos de los ciudadanos a la tranquilidad pública y al libre tránsito.
En Puno las consecuencias llegaron al aeropuerto internacional de Juliaca, que fue atacado y vandalizado por manifestantes, ocasionando que Aeropuertos Andinos del Perú suspenda varias de sus operaciones.
Alrededor de 5 mil 880 personas se vieron afectadas por la suspensión de los vuelos, lo que deja un impacto turístico de millonarias pérdidas.
Cerca de mil metros cuadrados de cerco perimétrico fueron destruidos y las reparaciones tendrán una duración aproximada de diez días.
Fuente: CanalB
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