El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ejecutó durante la madrugada del lunes 21 de octubre el traslado de 17 internos del penal de Piura hacia diferentes establecimientos penitenciarios de mayor seguridad.

La medida, realizada a las 00:05 horas, forma parte de un plan nacional para reforzar el control interno en los penales del norte del país y evitar la coordinación de delitos desde el interior de las cárceles.

El operativo fue liderado por 10 agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Oficina Regional Norte Chiclayo, quienes escoltaron a los reclusos seleccionados por su alto perfil de riesgo y antecedentes disciplinarios. Según informó el INPE, la decisión responde a la necesidad de desactivar redes de extorsión, contrabando y tráfico de objetos prohibidos que operaban desde el penal de Piura.

Los internos fueron trasladados a los penales de Cochamarca, Chimbote, Huaraz y Cañete, todos bajo regímenes de máxima vigilancia. Entre los enviados a Cochamarca figuran Edilberto Alvitez Gálvez, Jeanpol Alexander Sandoval Vera y Héctor Sernaque Manrique, mientras que a Chimbote fueron derivados Deyber Miguel Preciado Benites y Edward Enrique Vílchez Sandoval. Otros reclusos, como Dennis Bladimir Maza Arenas y Juan Emilio Moscol Silva, fueron enviados al penal de Huaraz, y tres más al establecimiento penitenciario de Cañete.

El traslado ocurre en medio de una crisis penitenciaria tras la reciente fuga del interno Krisman Nizama Ponce, de 31 años, quien cumplía prisión preventiva por el delito de extorsión. Su huida, ocurrida el 19 de octubre, generó la destitución del director y subdirector del penal de Piura, además de una investigación interna por presunta negligencia.

Fuentes del INPE indicaron que se han dispuesto operativos de control adicionales en los pabellones de tratamiento especial y en las zonas consideradas de alto riesgo. Asimismo, se reforzará la presencia del GOES y se implementarán nuevos protocolos de traslado y aislamiento para internos reincidentes o con antecedentes de fuga.