Javier Milei, presidente de Argentina, inauguró las sesiones ordinarias del Congreso con un discurso enérgico que dejó entrever los pilares de su gestión. Durante poco más de una hora, Milei abordó temas cruciales como la herencia recibida por su Gobierno, reiterando su postura de aplicar un "ajuste" y utilizar la "motosierra" sobre el Estado.

El presidente presentó los proyectos que impulsará durante su mandato, destacando la necesidad de un "pacto fundacional" con las provincias, condicionado a la aprobación de las reformas propuestas por su administración. La estética del recinto, acondicionado al estilo del State of the Union de los mandatarios estadounidenses, añadió un aire de solemnidad al evento.

Sin embargo, el discurso de Milei no estuvo exento de polémica. Frente al Congreso, manifestantes se congregaron para expresar su descontento, siendo reprimidos por las fuerzas de seguridad. Las reacciones en el arco político fueron diversas, con críticas y respaldos a las palabras del presidente.

El discurso de Milei marca el inicio de un período legislativo que se anticipa intenso y lleno de debates sobre el futuro político y económico del país.