En medio de una grave crisis interna por presuntas irregularidades en las elecciones partidarias de Acción Popular, su presidente y excandidato presidencial, Julio Chávez, salió del Perú el jueves de la semana pasada, según registros oficiales de Migraciones. La salida del dirigente se produjo mientras arreciaban las denuncias por un supuesto fraude electoral dentro del partido de la lampa.

La controversia gira en torno al proceso de elección de delegados y a las acusaciones dirigidas contra Cinthia Pajuelo, actual presidenta del Comité Nacional Electoral de Acción Popular (CNE-AP), quien negó de manera categórica haber alterado los resultados. En entrevistas públicas, Pajuelo sostuvo que asumió el cargo conforme a la normativa interna y que la ONPE la reconoce como la única responsable con acceso al sistema electoral del partido.

Pajuelo explicó que el proceso fue abierto a la militancia bajo el principio de “un militante, un voto” en todas las circunscripciones, y aseguró que no se modificó la lista de delegados elegidos el 30 de noviembre. Detalló que la inscripción de delegados se realizó dentro del plazo otorgado por la ONPE y que el cómputo final se efectuó conforme a los procedimientos establecidos.

El conflicto escaló cuando la presidenta del CNE-AP denunció públicamente haber recibido amenazas de muerte por parte de Julio Chávez, a quien señaló directamente como responsable. Indicó que incluso habría recibido una llamada telefónica con amenazas mientras se encontraba internada en una clínica, situación que, según dijo, le ha generado un severo cuadro de estrés.

Las denuncias cruzadas y la salida del país del principal dirigente involucrado han profundizado la crisis en Acción Popular, en un contexto en el que distintos sectores advierten que las acusaciones de fraude podrían comprometer la estabilidad interna del partido y su participación con normalidad en el proceso electoral de 2026.