En lo que va del 2024, se han registrado 1.620 intentos de suicidio en el Perú, según el Ministerio de Salud (Minsa). La cifra refleja una preocupante situación que expertos y profesionales de la salud mental critican, aludiendo a la falta de políticas efectivas y de recursos para combatir esta problemática.

En los últimos tres años, se han reportado más de 1.500 suicidios, subrayando la necesidad de mayor inversión en este ámbito.

Jóvenes intentan suicidarse en más de una ocasión debido a un profundo dolor emocional por el abandono de sus padres, pérdida de seres queridos, entre otras razones.

Muchos, bajo tratamiento psiquiátrico y psicológico, logran salir adelante, aunque lamentan la falta de comprensión que reciben por parte de su entorno.

En ocasiones son objeto de burlas por tomar medicamentos para controlar la ansiedad, depresión y otros trastornos mentales. Es el estigma social que enfrentan quienes padecen problemas de salud mental, un desafío que persiste en la sociedad peruana.

Psicoterapeutas señalan que la salud mental sigue siendo un tema ignorado por muchos y que es vital concientizar a la población para que, en lugar de juzgar, apoyen a quienes atraviesan estos problemas. Asimismo, se debe prestar atención a los síntomas de alerta como el aislamiento o la pérdida de interés en actividades.

Mientras tanto, el Minsa se enfrenta al desafío de ofrecer una atención integral a quienes luchan contra enfermedades mentales. Los expertos coinciden en que, sin un incremento en la inversión y sin programas efectivos, el número de suicidios y de intentos continuará en aumento, poniendo en riesgo la vida de miles de peruanos.