La Municipalidad de Pimentel, en Chiclayo, reactivó la controversia pública luego de publicar en su página oficial de Facebook un video institucional donde se observa a un fotógrafo realizando sin impedimentos una sesión de fotos a estudiantes de una promoción escolar del distrito de Incahuasi.

Las imágenes muestran a los alumnos posando en la playa junto al muelle, acompañados por padres de familia, en una jornada aparentemente autorizada por la comuna. La difusión ocurre mientras la gestión del alcalde Enrique Navarro Cacho intenta responder a críticas surgidas días atrás.

El caso tomó relevancia porque recientemente se viralizó otro registro en el que agentes de la Policía Municipal impidieron que una pareja de novios realizara una sesión similar, alegando que la actividad requería un permiso previo expedido por la municipalidad. La discrepancia entre ambos hechos generó cuestionamientos ciudadanos sobre la uniformidad de criterios y la claridad de los procedimientos aplicados en el uso del espacio público.

En el video que desencadenó el debate anterior, una funcionaria municipal advirtió al fotógrafo de la pareja que no podía continuar con el trabajo sin autorización formal. “Soy Policía Municipal, yo me encargo de lo que es playa. Usted, como encargado de la sesión de fotos, tiene que sacar su permiso”, indicó la agente. El profesional respondió que desconocía la norma y que anteriormente había realizado trabajos sin observar restricciones. Ante la insistencia municipal, los novios finalmente optaron por retirarse del lugar.

La difusión del nuevo video con escolares generó múltiples reacciones en redes sociales. Algunos usuarios señalaron una aparente contradicción en el manejo municipal frente a actividades similares y pidieron una explicación más clara sobre las reglas vigentes para realizar sesiones fotográficas en playa. Otros defendieron al distrito señalando que la polémica no es contra Pimentel en sí, sino contra la gestión responsable de la disposición.

Entre los comentarios más recurrentes se mencionó que la publicación con escolares busca reparar el impacto negativo causado por el episodio anterior, aunque para un sector de ciudadanos el gesto resulta insuficiente sin una comunicación formal que precise los criterios aplicados. La discusión continúa activa y se espera que la comuna brinde mayores alcances para evitar nuevos incidentes.