En una medida que ha causado gran impacto dentro de la Iglesia Católica, el papa Francisco destituyó al obispo conservador Joseph Strickland, conocido por sus abiertas críticas a las posturas progresistas del pontífice sobre temas como el aborto, el matrimonio homosexual y la identidad de género. La decisión ha generado un intenso debate entre los sectores conservadores y progresistas de la Iglesia.

Joseph Strickland, quien fue obispo de la diócesis de Tyler en Texas, no ha ocultado su oposición a diversas posturas del papa Francisco, criticando con vehemencia sus pronunciamientos sobre temas morales y doctrinales que, según Strickland, contradicen la enseñanza tradicional de la Iglesia Católica.

Entre sus principales críticas, Strickland se ha manifestado enérgicamente en contra de la postura del papa Francisco sobre el aborto, al que calificó como un "crimen abominable" que no puede ser tolerado bajo ninguna circunstancia por la Iglesia. Según Strickland, las declaraciones del pontífice han suavizado el mensaje sobre este tema crucial.

Asimismo, el obispo expresó su total desacuerdo con la apertura del papa hacia el matrimonio homosexual, calificándolo como una "aberración" que, en su opinión, va en contra del plan de Dios para la familia. Strickland también fue un ferviente opositor de la postura del papa Francisco sobre la identidad de género, la cual consideró un "desorden" que niega la realidad biológica creada por Dios.

Una de las mayores críticas de Strickland fue dirigida hacia la práctica de bautizar a personas transgénero, una postura que el obispo consideró una "falsificación" de los sacramentos que, en su opinión, confunde a los fieles y contradice la doctrina católica.

La destitución de Strickland marca un punto de inflexión en el liderazgo del papa Francisco, quien ha impulsado una agenda progresista dentro de la Iglesia, generando tensiones con sectores más tradicionales que ven en estas reformas una desviación de la doctrina.

Aunque Strickland ha sido removido de su cargo, sus opiniones continúan resonando entre ciertos grupos conservadores que apoyan su postura frente a las transformaciones que Francisco está promoviendo en la Iglesia Católica.