El comandante general de la Policía Nacional del Perú, Óscar Arriola Delgado, dispuso una reestructuración en la alta jefatura de la institución con el objetivo de reforzar el control operativo y las labores de inteligencia, en medio del contexto de crisis generado tras las recientes protestas en Lima.

A través de una resolución firmada, se oficializó el relevo de tres mandos clave. El general Manuel Gustavo Vidarte Perrigo fue designado como nuevo jefe de la Región Policial Lima, mientras que el general José Antonio Zavala asumió la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) y el general Julio Óscar Mariño fue nombrado titular de la Dirección de Inteligencia (Dirin).

Los cambios se producen bajo la modalidad de retención de cargo por causal de servicio y responden a una decisión estratégica de la comandancia general, luego de los enfrentamientos ocurridos durante las movilizaciones contra el Gobierno del presidente José Jerí, que dejaron un fallecido y decenas de heridos.

La Policía Nacional atraviesa un periodo de evaluación interna tras confirmarse que el autor del disparo que mató al ciudadano Eduardo Ruiz fue un suboficial de tercera. Este hecho motivó el relevo de varios altos mandos vinculados a la planificación del operativo.

Con esta reestructuración, la institución busca fortalecer sus áreas críticas, optimizar la respuesta ante situaciones de orden público y recuperar la confianza ciudadana en el marco de la investigación sobre los hechos del 15 de octubre.