El destacado velerista peruano y medallista olímpico, Stefano Peschiera, confesó su profunda devoción por el Señor de los Milagros, agradeciéndole por las recientes medallas obtenidas por Perú en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024.

El atleta participó en la primera procesión del 'Cristo Moreno', realizada el pasado sábado 5 de octubre, donde compartió su agradecimiento y fe en la tradicional imagen religiosa.

Durante su presencia en la iglesia de Las Nazarenas, Peschiera expresó su gratitud hacia el Señor de los Milagros, a quien atribuye la fortaleza y energía necesarias para alcanzar los triunfos en el deporte. "Es especial para mí estar aquí. Significa mucho la unión que tengo con él. Gracias a él tenemos medallas de oro. Medallas olímpicas después de tantos años, y la energía para ganar me la dio él", reveló emocionado el deportista.

Además de agradecer, el medallista pidió al Señor de los Milagros que continúen los éxitos para el país y que haya unión, respeto y, sobre todo, salud para todos los peruanos. "Por la unión, el respeto, el tomar responsabilidad y para mí estabilidad y tranquilidad. Es lo que cada uno debería pedir. Que siempre haya trabajo, oportunidades y salud. Sin salud no hay nada", afirmó Peschiera.

El deportista no evitó comentar sobre la situación actual del país, enfocándose en la creciente inseguridad que afecta a los ciudadanos. Hizo un llamado a las autoridades para mejorar la gestión en la lucha contra la criminalidad. "No estamos seguros los peruanos. No puede ser que en nuestra propia casa no podamos estar tranquilos. Deberíamos hacer un llamado a las autoridades para que se haga un mejor servicio de inteligencia, para desarticular estas mafias", señaló.

Peschiera también destacó la importancia de fortalecer a la Policía Nacional del Perú para enfrentar con éxito el problema de la inseguridad. "Es necesario darle apoyo a la Policía para que pueda duplicar los esfuerzos en garantizar la tranquilidad del pueblo", concluyó.

Así, el medallista olímpico reafirmó su devoción al Señor de los Milagros, tras participar en la emblemática procesión y agradecer por los logros que, según él, han sido posibles gracias a su fe.