El mercado inmobiliario limeño atraviesa un cambio en las preferencias de los ciudadanos. Según el último Índice de Demanda de Venta de Urbania, por primera vez en más de tres años, la intención de compra de viviendas (51%) superó a la de alquiler (49%), marcando un punto de inflexión en la forma en que los limeños proyectan su inversión patrimonial.

Este viraje ha sido paulatino. Durante 2020 y 2021, más de la mitad de los contactos registrados en portales inmobiliarios correspondían al alquiler. Sin embargo, desde fines de 2022, la demanda por compra ha crecido de manera constante, pasando de 42% a 51% en menos de tres años. Factores como nuevas condiciones de financiamiento hipotecario, proyectos inmobiliarios con mejores precios y la recuperación del empleo formal han impulsado la tendencia.

Los distritos que concentran la mayor parte de la búsqueda de viviendas son Santiago de Surco (17.9%), Miraflores (16%) y San Isidro (8.4%), que lideran el ranking con más de la mitad de la demanda total. Les siguen San Borja (8%) y La Molina (6.1%), completando el top cinco. Distritos como San Miguel y Surquillo también han ganado espacio gracias a su equilibrio entre costo y ubicación estratégica.

La mayor parte de las consultas se orienta hacia departamentos: dos de cada tres contactos (66.7%) buscan este tipo de inmueble, frente a un 21% que se interesa por casas y un 11% que apunta a terrenos. Además, la Zona Central de Lima concentra el 44% de la demanda de compra, favorecida por su conectividad y precios intermedios.

Especialistas prevén que la tendencia hacia la compra se consolidará si se mantienen incentivos como tasas hipotecarias accesibles y programas estatales de apoyo. Mientras la vivienda continúe percibiéndose como una inversión a largo plazo y un seguro patrimonial, la búsqueda de departamentos en zonas con alta conectividad y precios competitivos seguirá en aumento.