Petroperú ha anunciado un plan para vender sus propiedades y trasladar personal a Talara como parte de una estrategia para salir de la bancarrota. Entre los inmuebles a vender se encuentran el edificio principal en San Isidro, el Club Petroperú en Surco, el Club Punta Arenas en Talara, y varias casonas y villas en distintas ubicaciones. La venta de estos predios se estima en más de US$166 millones.

El lunes pasado, el directorio de la empresa estatal aprobó ocho medidas dentro de la primera fase de un plan de reestructuración hasta 2025. La venta de 92 inmuebles no esenciales es una de las decisiones clave. El presidente de la compañía, Oliver Stark, también informó que se investigará el sobrecosto en la construcción de la Refinería Talara, que tardó el doble del tiempo y costó 2.4 veces más de lo estimado.

Carlos Paredes, expresidente de Petroperú, aseguró que vender activos no esenciales “es un primer paso en la dirección correcta para reducir las deudas o tener capital de trabajo para una mejor gestión”. Sin embargo, Paredes indicó que la venta de inmuebles no es suficiente y que se deben implementar acuerdos más importantes, como la incorporación de un CEO privado o colocar la compañía bajo el ámbito del Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe).

“La gestión privada es lo más importante. Este directorio tiene mandato hasta diciembre y debe asegurar suficientes controles, como regresar a Petroperú al ámbito de Fonafe si no logran ponerla en manos de un gestor privado”, afirmó Paredes.