El Centro Carter, reconocido por su labor en la observación de procesos electorales, concluyó que las elecciones presidenciales en Venezuela del 28 de julio no cumplieron con los estándares democráticos internacionales ni con las normas de integridad electoral. En un comunicado emitido la noche del martes, la organización subrayó que el proceso "no se adecuó" a los parámetros necesarios, por lo que no puede ser considerado como democrático.

El Centro Carter, acreditado por el chavismo como observador, denunció que no pudo verificar ni corroborar los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron la victoria a Nicolás Maduro. Además, señaló como una grave violación la falta de resultados desglosados por mesa electoral.

La ONG también destacó que las elecciones se celebraron en un entorno de libertades restringidas para actores políticos, medios de comunicación y la sociedad civil. Asimismo, criticó la parcialidad del CNE y las irregularidades en el registro de votantes, que afectaron especialmente a los venezolanos en el extranjero.

El Centro Carter también advirtió sobre la desigualdad en las campañas, con un evidente abuso de recursos gubernamentales a favor de Maduro. A pesar de estas irregularidades, la organización reconoció la alta participación ciudadana en las elecciones, aunque muchos observadores nacionales enfrentaron restricciones de acceso.