El gobierno cubano ha desatado la indignación popular tras la adquisición de un avión privado para uso exclusivo del presidente Miguel Díaz-Canel, con un costo superior a los 10 millones de dólares.

La denuncia fue realizada por el programa "A Fondo" de América TeVé, que reveló que la aeronave, un Falcon 900 fabricado en 2003, es conocida por su lujo y sofisticación.

El avión habría sido utilizado recientemente por Díaz-Canel en una visita oficial a Holguín, lo que ha generado críticas en medio de una crisis económica y social sin precedentes. Mientras el presidente disfruta de un medio de transporte exclusivo, millones de cubanos enfrentan graves dificultades, marcadas por la escasez de alimentos, apagones prolongados y una inflación galopante que ha destrozado los ingresos familiares.

El Falcon 900, que cuenta con tecnología avanzada y comodidades que contrastan con las penurias del pueblo cubano, simboliza, según analistas, las prioridades desconectadas de un gobierno que destina recursos millonarios a lujos, ignorando las necesidades básicas de la población. En las calles de Cuba, largas filas para adquirir productos esenciales, cortes constantes de electricidad y un sistema de transporte público casi paralizado son parte del día a día.

La compra de esta aeronave ha sido calificada como un acto de insensibilidad y despilfarro. “Es inaceptable que en un país donde no hay dinero para medicamentos ni alimentos se gasten millones en un avión que solo sirve al círculo de poder,” afirmó un activista exiliado en Miami.

Este episodio ha intensificado el descontento hacia un gobierno que muchos consideran desconectado de la realidad. Para los cubanos, que luchan por sobrevivir en un contexto de privaciones extremas, el nuevo avión presidencial es percibido como una burla más a sus sacrificios diarios.