El director ejecutivo de Disney, Bob Iger, ha anunciado un cambio estratégico en la compañía, dejando atrás las agendas políticas y sociales que habían generado divisiones entre su audiencia. En una reciente reunión con inversores, Iger afirmó: “Nuestra principal prioridad debe ser entretener, no promover agendas”. Este giro busca recuperar al público que se distanció en los últimos años debido a decisiones consideradas demasiado progresistas.

Como parte de esta nueva estrategia, Disney eliminó una trama que incluía a un personaje trans en su próxima serie animada Ganar o Perder. Según la compañía, esta decisión responde a la preferencia de muchos padres por abordar temas sociales en el hogar, de acuerdo con sus propios valores. Este cambio se produce tras varios años en los que Disney impulsó iniciativas de diversidad e inclusión, reflejadas en producciones como Lightyear y Strange World, que incorporaron personajes LGBTQ+ y temáticas inclusivas. Además, en sus parques temáticos se introdujeron cambios como reemplazar el saludo tradicional “damas y caballeros, niños y niñas” por el más inclusivo “soñadores de todas las edades”.

Sin embargo, estas medidas también generaron fuertes reacciones. Uno de los episodios más polémicos fue la disputa con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien calificó a Disney de “woke”. Este enfrentamiento derivó en la pérdida del estatus fiscal especial de la compañía en ese estado y una batalla legal que afectó su imagen pública. Además, una encuesta realizada en 2023 reveló que, mientras el 76% de los demócratas en Florida veía a Disney de manera favorable, solo el 27% de los republicanos compartía esa percepción.

Otra controversia notable fue un acuerdo con Donald Trump, mediante el cual Disney resolvió una demanda por difamación presentada por el expresidente contra ABC News. La empresa aceptó pagar $1 millón en costos legales y $15 millones para la futura biblioteca presidencial de Trump. Aunque Disney tenía argumentos legales sólidos, optó por evitar un enfrentamiento prolongado que pudiera agravar su situación política y empresarial.

Pese a este cambio de rumbo, Iger aseguró que la compañía continuará valorando la representación cultural y social que dio vida a éxitos como Coco, Pantera Negra y Moana. “El público es muy diverso, y nuestras historias deben resonar sin alienar a nuestra audiencia”, destacó.

Con este regreso a sus raíces, Disney busca reafirmarse como líder en el entretenimiento global. Expertos como Charles Elson, especialista en gobernanza corporativa, respaldan esta decisión, señalando que “el entretenimiento debe ser la prioridad; la política es mala para los negocios”. A través de esta nueva dirección, la compañía espera recuperar la confianza del público y fortalecer su posición en un mercado mediático cada vez más competitivo.

No por principios morales sino resignados ante la gran pérdida de dinero con motivo del desprecio popular, Disney decide abandonar sus repugnantes propuestas con contenido LGVIH para retomar la senda del entretenimiento sano y familiar: ganó el mercado. pic.twitter.com/l3NKKME0eD

— Nicolás Márquez (@NickyMarquez1) January 3, 2025