Tras su victoria en las elecciones, Donald Trump regresó a la Casa Blanca con un contundente mensaje de paz, seguridad y progreso económico, rodeado de simpatizantes en el Centro de Convenciones de Palm Beach, Florida.

En su discurso de triunfo, el presidente electo hizo hincapié en evitar conflictos bélicos y subrayó la importancia de una nación fuerte y segura.

“No tuvimos guerras en cuatro años”, enfatizó Trump, en una respuesta directa a sus críticos. Según el mandatario, un ejército poderoso es esencial, pero solo como medida de defensa y no para intervenir en conflictos innecesarios. “Queremos un ejército fuerte y poderoso, aunque idealmente, no queremos usarlo”.

Trump también destacó la recuperación del control del Senado y el apoyo que, aseguró, ha recibido del pueblo estadounidense. “Estados Unidos nos ha dado un mandato poderoso y sin precedentes”, dijo, refiriéndose a su victoria en estados clave y a lo que considera el movimiento político más significativo de todos los tiempos.

El discurso también abordó temas de interés nacional como la seguridad interna y la necesidad de un sistema migratorio controlado. “Vamos a tener que cerrar esas fronteras y dejar que la gente entre de manera legal”, afirmó, prometiendo arreglar “todo lo relacionado con nuestro país” y subrayando la importancia de crear una economía sólida y libre de deuda.

La celebración fue un momento de agradecimiento personal, en el cual el mandatario electo hizo una mención especial a su esposa Melania, y se mostró dispuesto a colaborar con figuras influyentes en temas de salud y economía, como Robert F. Kennedy Jr., a quien elogió como un “gran tipo” y de quien espera apoyo para fortalecer al país.

Trump concluyó reafirmando su compromiso con el país: “Lucharé por ustedes, por su familia y su futuro. No descansaré hasta que hayamos logrado el Estados Unidos fuerte, seguro y próspero que ustedes merecen”. Con este mensaje, Trump busca iniciar una nueva etapa en la que, asegura, se recuperará la grandeza de Estados Unidos.