La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) enfrenta un posible cierre luego de que Elon Musk, en una conversación en X Spaces, asegurara que el presidente Donald Trump aprobó su desmantelamiento.

El lunes, la sede de la USAID en Washington fue cerrada y sus empleados recibieron instrucciones de trabajar desde casa. Los logotipos y material gráfico de la agencia fueron retirados de sus oficinas, mientras que su página web y redes sociales desaparecieron, redirigiendo a una versión reducida en el sitio del Departamento de Estado.

Trump y sus aliados han acusado a la USAID de favorecer a los demócratas y buscan integrarla al Departamento de Estado. Durante el fin de semana, dos altos funcionarios de la agencia fueron suspendidos por negar el acceso a sus sistemas a miembros del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo liderado por Katie Miller, exasesora de Trump.

Además, alrededor de 60 altos funcionarios de la USAID fueron apartados de sus cargos tras presuntamente incumplir la orden presidencial de congelar la ayuda exterior por 90 días.

Esta medida ha generado incertidumbre entre los empleados, muchos de los cuales temen despidos masivos y el fin de la agencia, fundada en 1961 por el presidente John F. Kennedy como herramienta clave de la política exterior estadounidense.