McDonald’s anunció un cambio significativo en su enfoque corporativo, dejando de lado sus políticas laborales de inclusión LGBTIQ para priorizar el crecimiento del negocio. La decisión, comunicada por la cadena de comida rápida, responde a una estrategia centrada en la expansión y la mejora de su desempeño económico.

El anuncio coincide con una Orden Ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump que prohíbe la entrega de fondos federales a ciudades que "promuevan, apoyen o fomenten de cualquier modo el activismo LGBT". Esta medida, según el mandatario, busca reorientar los recursos hacia iniciativas que refuercen la economía y la unidad nacional, en lugar de apoyar lo que considera "agendas divisivas".

En un comunicado, McDonald’s señaló que la nueva estrategia busca garantizar un enfoque empresarial más tradicional, dejando de lado iniciativas que podrían percibirse como alejadas de su misión principal. "Nuestro compromiso ahora está con el crecimiento sostenible y la satisfacción de nuestros clientes", afirmó un representante de la compañía.

La decisión ha generado reacciones divididas. Mientras algunos celebran el enfoque de McDonald’s en su negocio principal, otros critican la medida como un retroceso en la promoción de la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo.

El impacto de estas decisiones tanto en el sector privado como en las políticas locales está siendo observado con atención, ya que marcan un cambio en las prioridades de algunas de las instituciones más influyentes del país.