Opinión

Las hetairas de Usaid; por César Campos R.

Publicado el 10 de febrero de 2025

Por César Campos R., publicado en Expreso

 

He contado la anécdota muchas veces, de manera pública. El año 2018 se despidió del Perú el consejero político y económico de la embajada de los EEUU, Lawrence Petroni. Fui invitado a la residencia de la entonces embajadora al cocktail respectivo pues cultivé con Lawrence una muy buena relación debido a su amplitud y capacidad de buscar diferentes opiniones sobre las visicitudes políticas de nuestro país.

 

Algo me retrasó y llegué un poco tarde a la reunión. Apenas ingresé a esa antigua morada gringa de Santa Catalina que en tantas oportunidades me acogió como periodista de opinión, sentí la ola de una mirada invasiva y perturbadora. Era la de un grueso número de personas de la vieja izquierda comunista nativa, mayoritariamente sociólogos, abogados y - como no - colegas comunicadores. Conocía a casi todos (la gran cantidad desde las aulas de la Universidad Católica) y guardaba un respetuoso enlace con ellos. Sin embargo y por primera vez experimenté en esas miradas una interpelación inequívoca, casi como si dijeran: “y este Campos, ¿qué hace aquí?”.

 

En efecto al ejecutar un rápido repaso de los presentes al cocktail, todos elevando el vaso de whisky en las manos y cuchicheando en círculos argolleros como es su costumbre, motivé un grado de reflexión sobre ese cuadro: yo, de origen aprista y a quien ellos me espetaban en las asambleas universitarias del fundo Pando de los años 70 ser un “sirviente del imperialismo yanqui” hoy eran los amos y señores de la embajada de los EEUU y este humilde escriba un extraño a sus conciábulos, enjuagues y deleites con el departamento de Estado.

 

Por supuesto, la explicación era una sola: tales personas recibían jugosas asignaciones de la Agencia de los EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de ONG que les presentaban proyectos relativos a la defensa de los derechos humanos, la igualdad de género, el medio ambiente, la seguridad interna y otros rubros. Valores en los que jamás creyeron cuando viajaban a Moscú o La Habana de esos años 70.

 

Valga decir que fue la última vez que pisé tal residencia y aclaro que no lo manifiesto como reproche sino en calidad de alivio. Mi opinión respecto a la manera cómo se ha degradado la política exterior de los EEUU fue plasmada en esta misma columna hace poco más de 3 años (“Cojugringos”, EXPRESO 14/11/2021). Se ganaron a pulso la supremacía comercial y estratégica de la República Popular China por cojudos y permisivos a la ahora izquierda caviar.

 

Repudio en general la matonería y bajeza moral de Donald Trump, pero es imposible negarle el acierto de revisar las jugosas repartijas de dólares dispuestas por la burocracia woke de USAID. Pongo acento en el enunciado“revisión” pues en el caso peruano, resulta necesario dejar indemne de recortes o supresiones a las tareas de CEDRO, Aldeas Infantiles, la Liga Peruana de Lucha contra el Cáncer y otros emprendimientos sociales ajenos al apetito de los viejos parásitos de la izquierda.

 

Las hetairas de la USID deben ser liquidadas sin piedad.

 

 

 

 

Fuente: CanalB

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