Entrevista de Juan Pablo Chirito, publicada en Expreso

Señor Canciller, Javier González-Olaechea, ¿cuál es la situación actual del  Perú en el escenario internacional?

El  Perú desarrolla una política internacional muy activa, basada fundamentalmente en principios elementales e históricos, que se ha plasmado muchas veces en instrumentos internacionales que han sido iniciativas del Perú a nivel regional y mundial. Torre Tagle es una de las instituciones más apreciadas como Cancillería más allá de las Américas y tiene un servicio diplomático muy profesional, absolutamente meritocrático, que me permite afirmar que somos una potencia diplomática, más allá del propio continente.

En los últimos 200 años, justamente en 1824, nació en el Perú la convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá, que se realizó dos años después y que tenía por objeto fomentar las libertades de los americanos y protegernos unos a otros de amenazas extranjeras, extracontinentales. Vale decir, 140 años antes del propio sueño del gran francés Robert Schuman, quien promovió lo que es hoy la Unión Europea.

El  Perú estuvo presente tras finalizar la Primera Guerra Mundial en la suscripción del Tratado de Versalles, que selló la guerra y dio lugar a la Liga de las Naciones, la predecesora de las Naciones Unidas. Entonces eran menos de 50 naciones. De manera que hoy, siendo 193 estados miembros de las Naciones Unidas, podemos con toda claridad y de forma documentada decir que tenemos una línea histórica de defensa de las libertades y de los derechos humanos sin fronteras.

Actualmente, en el mundo se registran dos conflictos bélicos que lamentablemente vienen dejando miles de muertes. ¿Cuál es la posición del  Perú?

Perú, acorde con la declaración adoptada en 1947 en las Naciones Unidas, reconoce el derecho del pueblo palestino y del pueblo israelí a tener cada uno sus estados. Respecto a los actuales conflictos bélicos más importantes que aquejan al mundo, el Perú ha rechazado la incursión de Rusia en territorio ucraniano, lo ha condenado y ha hecho un llamado urgente a un cese al fuego internacional, preservando la vida de los civiles y de las poblaciones más vulnerables: niños, mujeres y ancianos. También ha reclamado asistencia humanitaria para los más de 6 millones de ucranianos que han tenido que emigrar a causa de la guerra.

Respecto al conflicto del Golfo Pérsico, desde el primer día, el  Perú rechazó el acto terrorista. A su vez, demandó que primara el derecho internacional público, en especial la resolución pacífica de los conflictos mediante la negociación, preservando la vida de los civiles inocentes. Demandó la inmediata liberación de los presos que habían sido encarcelados y solicitó la creación de corredores humanitarios en los países fronterizos de la zona de conflicto.

En relación con este último, cuando el canciller de Israel me visitó con motivo de la asunción del presidente Milei en Buenos Aires, analizando la gravedad de los ataques, le ofrecimos ser parte activa y facilitadora de un grupo de países que pudiera retomar el diálogo entre intelectuales israelíes y palestinos en Ginebra, al final de la década del 2010. Llegaron a acuerdos. El canciller de entonces de Israel tomó esto como un gesto de buena voluntad y transmitió al gobierno la propuesta peruana de ser parte, con la legitimidad que nos da haber actuado siempre bajo su gobierno. Posteriormente, en conversaciones con el mismo canciller a final de año, le confirmé que había transmitido a su gobierno la iniciativa peruana y que la devolvería en su oportunidad. Exactamente lo mismo le transmití al secretario de Estado, Anthony Blinken, en mi visita oficial a los Estados Unidos. También apreció que el  Perú propusiera soluciones.

¿Hay peruanos en las zonas de conflicto, tanto en Ucrania como en la Franja de Gaza?

Hay personas que pueden tener la nacionalidad peruana o estar casadas con peruanos, o tener ascendencia o descendencia peruana. Por ello, nuestras misiones están en permanente estado de observación si hay un requerimiento especial de alguno de ellos.