Agencias de inteligencia de varios países que participarán en la próxima cumbre de APEC en Perú han emitido una advertencia sobre una posible financiación extranjera detrás de las movilizaciones antigubernamentales que han tomado fuerza en Lima.

Según la información difundida, dicha financiación provendría de una potencia cuyo representante ha decidido no asistir al foro, debido a una orden de captura internacional en su contra.

Las manifestaciones, que exigen cambios en la administración y el apoyo de organismos internacionales para mejorar la situación social del país, se han intensificado en los últimos días. Este sábado, las calles de la capital peruana se convirtieron en el epicentro de violentos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía Nacional del Perú (PNP), en lo que ha sido descrito como una de las jornadas más tensas en la reciente ola de protestas.

La advertencia internacional se centra en la posibilidad de que intereses externos estén promoviendo la desestabilización del país a través de movimientos de protesta. En este sentido, las agencias de inteligencia participantes en la cumbre APEC han compartido información sensible sobre los posibles vínculos entre los manifestantes y redes de apoyo extranjeras, que podrían estar facilitando recursos económicos para incrementar la presión social en las calles.

Ante la cercanía de la cumbre y el riesgo de que las protestas puedan afectar la seguridad del evento, las autoridades peruanas han incrementado las medidas de control y vigilancia en las zonas céntricas de Lima. La PNP, junto con efectivos de las Fuerzas Armadas, ha desplegado un operativo especial para proteger a las delegaciones internacionales y garantizar el desarrollo normal de las actividades de la APEC.

La relación entre actores políticos y la injerencia externa es una de las principales preocupaciones para las autoridades peruanas, que ven en estos movimientos un intento de influir en la estabilidad política de la región. La situación ha puesto en alerta tanto a las instituciones de seguridad nacional como a los organismos de inteligencia internacionales, que ya se encuentran en coordinación para evitar cualquier interferencia que pudiera amenazar el desarrollo de la cumbre.