La recién nombrada ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, ha revelado que enfrenta siete investigaciones fiscales actualmente en trámite, según lo consignado en su declaración jurada al asumir el cargo en el gabinete de Gustavo Adrianzén.

Las indagaciones, que datan desde 2014, abarcan presuntos delitos como peculado, abuso de autoridad y negociación incompatible.

León afirmó que hasta el momento de su nombramiento no tenía conocimiento de estos procesos, ya que no fue notificada previamente por el Ministerio Público.

Las carpetas fiscales en su contra se remontan a su tiempo como funcionaria pública en diversas entidades, aunque aún no se han precisado los detalles de cada caso. Entre los cargos que se investigan se encuentran el peculado, que implica el mal manejo de fondos públicos, y la negociación incompatible, que se refiere a la realización de acuerdos en conflicto con los intereses del Estado.

La ministra ha señalado que colaborará plenamente con las investigaciones y ha asegurado su inocencia.

Este escenario añade presión al gobierno de Adrianzén, que ha recibido críticas por la falta de transparencia en la selección de algunos miembros del gabinete. Diversos sectores políticos ya han comenzado a cuestionar si la ministra está en condiciones de asumir plenamente sus funciones mientras enfrenta estas investigaciones.

Por otro lado, especialistas en derecho sostienen que mientras no exista una acusación formal o sentencia en su contra, León está legalmente habilitada para ocupar el cargo. Sin embargo, las investigaciones podrían afectar su capacidad para desempeñarse como titular del Mincetur, un ministerio clave en la promoción del comercio exterior y el turismo en un momento de recuperación económica.