El exabogado de Betssy Chávez, Raúl Noblecilla, protagonizó un nuevo episodio polémico durante una actividad pública de Podemos Perú en la que se presentó oficialmente a José Luna Gálvez como candidato presidencial para las Elecciones 2026. Ante los asistentes, el postulante al Senado tomó el micrófono para dirigirse al líder del partido, pero su intervención terminó convertida en un mensaje cargado de expresiones racistas y clasistas.

En su discurso, Noblecilla insistió en describir a Luna Gálvez con términos despectivos vinculados a su origen, repitiendo varias veces la palabra “cholo” y afirmando que este nunca sería aceptado en determinados espacios por su condición. “Jamás vas a ser atendido en las esferas de los grupos de poder. Jamás vas a ir al club nacional. Jamás vas a jugar golf, porque eres un cholo”, declaró, bajo el supuesto intento de presentarlo como un político perseguido por las élites.

El mensaje, que pretendía ser un elogio hacia Luna al señalarlo como víctima de discriminación de las clases altas, terminó reforzando estereotipos raciales y sociales. Noblecilla incluso afirmó haber investigado al líder de Podemos Perú para desestimar cuestionamientos judiciales en su contra. “Yo no estaría contigo si fuera cierto que eres un gánster o si fuera cierto eso de las universidades ‘truchas’”, agregó frente a los presentes, entre ellos el excongresista Guido Bellido.

No es la primera vez que Noblecilla utiliza este tipo de narrativa. En intervenciones previas, tanto dentro como fuera del Congreso, ha empleado expresiones similares mientras acusa a sectores políticos opositores de recurrir al mismo lenguaje. Días atrás, durante el debate por la inhabilitación de Betssy Chávez, sostuvo que la “derecha” despreciaba al expresidente Pedro Castillo por su origen rural, usando nuevamente términos despectivos para ilustrar su punto.

La reiteración de este discurso —y que esta vez fuera dirigido directamente a quien buscaba respaldar— ha generado nuevas críticas hacia Noblecilla. Diversos sectores cuestionan que un supuesto gesto de apoyo reproduzca estereotipos raciales y clasistas, en un contexto político ya marcado por tensiones y controversias en torno al uso de este tipo de lenguaje.