El Gobierno peruano anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con México luego de confirmarse que la ex primera ministra Betssy Chávez recibió asilo en la residencia de la embajada mexicana en Lima.

La decisión fue comunicada por el canciller Hugo de Zela, quien señaló que la medida se adopta tras conocerse que Chávez, procesada por su presunta participación como coautora del fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, se encuentra bajo protección diplomática mexicana.

De Zela cuestionó el actuar del Gobierno mexicano, al que acusó de intervenir reiteradamente en los asuntos internos del Perú y de intentar instalar una narrativa que victimiza a Pedro Castillo y a su entorno político. “Han intentado convertir a los autores del intento del golpe de Estado en víctimas”, afirmó, al sostener que tanto Castillo como Chávez enfrentan un proceso judicial con todas las garantías propias de un sistema democrático.

El canciller recordó que las tensiones diplomáticas se remontan a los hechos ocurridos en diciembre de 2022, cuando el entonces presidente mexicano expresó abiertamente su respaldo a Pedro Castillo. Según De Zela, la postura actual de México desconoce la legitimidad del sistema democrático peruano e insiste en una interpretación ideológica de los hechos, lo que ha llevado a una situación límite en la relación bilateral.

Pese a la ruptura de vínculos diplomáticos, el canciller precisó que los servicios consulares entre ambos países continuarán funcionando con normalidad. Aclaró también que el proceso de asilo debe seguir los convenios internacionales vigentes, como la Convención de Caracas de 1954, y que el Perú aún no ha recibido una comunicación formal de México que active el procedimiento correspondiente.

La situación se desarrolla a un día del inicio de los alegatos finales en el juicio oral contra Betssy Chávez. Su abogado indicó que no ha logrado comunicarse con ella y advirtió que, de no presentarse a la próxima audiencia, el tribunal podría ordenar su ubicación y captura. La presencia de la ex primera ministra en la residencia diplomática añade un nuevo capítulo a un caso que mantiene alta tensión política y judicial en el país.