El presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi, generó controversia tras afirmar que el manifestante fallecido durante las protestas del 15 de octubre “se hacía llamar terruco”, mientras justificaba la prisión preventiva del suboficial Luis Magallanes, implicado en el caso.

El legislador expresó su respaldo al agente policial, argumentando que el uso de armas reglamentarias se dio como respuesta a ataques violentos contra efectivos durante los disturbios.

Rospigliosi señaló que el accionar de la Policía debe entenderse dentro de un contexto de agresiones reiteradas por parte de manifestantes, quienes —según dijo— utilizaron bombas molotov, material pirotécnico y piedras para atacar a los agentes. En ese sentido, sostuvo que los policías “tienen derecho a defender su integridad” cuando son víctimas de ataques directos en el cumplimiento de su deber.

El titular del Parlamento enfatizó que la liberación de personas que agreden a la Policía genera impunidad y alienta la comisión de nuevos delitos. Aseguró que en las recientes marchas se registraron múltiples agresiones contra las fuerzas del orden, y que “atacar a un policía constituye un delito que debe sancionarse con prisión preventiva inmediata”.

Durante su intervención, el congresista reconoció que “es muy lamentable que haya habido una muerte”, aunque los periodistas presentes le precisaron el nombre correcto del joven fallecido. Pese a ello, insistió en que la prioridad debe ser respaldar a las fuerzas del orden y garantizar que puedan actuar sin temor ante situaciones de violencia.

El presidente del Congreso ofreció estas declaraciones durante una conferencia de prensa, en la que reiteró su apoyo al suboficial detenido por el disparo que causó la muerte del artista Eduardo Ruiz Sanz, ocurrida durante las manifestaciones del 15 de octubre.