La XIII Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción de Proética 2025 reveló un incremento drástico en la percepción de corrupción en el Congreso de la República, que alcanza el 85% y se consolida como la institución peor evaluada del país.

El resultado duplica la percepción registrada para otras entidades clave, como el Ministerio Público y el Poder Judicial, y marca un salto significativo respecto al 60% reportado en 2022. El estudio, elaborado por Ipsos para Proética en alianza con Apoyo Consultoría, Grupo RPP y el PNUD, confirma además que la desconfianza ciudadana se ha disparado en casi todos los poderes del Estado.

La encuesta también sitúa a la Fiscalía de la Nación y al Gobierno de Dina Boluarte —cuyo mandato concluyó tras la vacancia presidencial en octubre de este año— entre las instituciones más asociadas a corrupción, con percepciones del 35% y 33% respectivamente. El Poder Judicial registra un 33%, mientras que la Policía Nacional obtiene un 27%. Más atrás se ubican las municipalidades (17%), los gobiernos regionales (13%), los medios de comunicación (8%), la administración de José Jerí (8%), la Contraloría General (6%) y los partidos políticos o movimientos regionales (6%).

El estudio muestra además variaciones importantes respecto a 2022. El Congreso encabeza la lista de incrementos, al pasar de 60% a 85% en tres años. Le sigue la Fiscalía, que sube de 18% a 35%, y la Policía, que avanza de 22% a 27%. Otras instituciones, como municipalidades, gobiernos regionales, partidos y medios, registran caídas en la percepción de corrupción, en algunos casos de hasta la mitad. El Poder Judicial se mantiene casi invariable, con un descenso marginal de un punto porcentual.

Una de las conclusiones más llamativas del informe es la paradoja detectada en la ciudadanía: pese a considerar al Congreso y a la Policía como instituciones altamente corruptas, los peruanos esperan que estas lideren la lucha contra ese mismo problema. El 45% de los encuestados señala al Legislativo como responsable principal de encabezar los esfuerzos anticorrupción; le siguen la Policía Nacional (32%), el gobierno central (30%), el Ministerio Público (28%) y el Poder Judicial (27%). Las Fuerzas Armadas, la Defensoría del Pueblo y la Contraloría completan el cuadro con niveles menores de expectativa ciudadana.

El barómetro del estudio también muestra que la corrupción se consolida como uno de los mayores problemas del país. Según la encuesta, la delincuencia es percibida como el principal desafío (68%), seguida muy de cerca por la corrupción (67%). Hace una década, solo el 46% consideraba la corrupción un problema central, lo que evidencia un aumento de más de 20 puntos en diez años. Además, un 88% afirma que la delincuencia creció en los últimos cinco años y un 51% anticipa que la corrupción aumentará en el quinquenio siguiente.

La investigación, aplicada a 1.300 personas mayores de 18 años en zonas urbanas del país entre el 23 y el 31 de octubre, presenta un margen de error de 2,7%. En sus conclusiones generales, Proética advierte que el deterioro sostenido de la confianza pública expresa un desgaste profundo de las instituciones y una percepción extendida de que los organismos encargados de combatir la corrupción no han logrado revertir la tendencia, mientras la ciudadanía identifica riesgos crecientes en la calidad de la gobernanza democrática.