Ha acompañado el crecimiento turístico de Chancay. Advierte que el puerto requiere que el Gobierno invierta más en infraestructura.
Entrevista de Carlos Cabanillas publicada en Perú21
Tiene mucha fe en el futuro de su distrito. “Chancay ha cambiado muchísimo en lo que se refiere a la parte turística y el desarrollo económico”, explica. “Se ha contribuido mucho, ya que una tercera parte de la población vive actualmente de todo lo que genera el turismo”. Sabe que pronto esa cifra crecerá exponencialmente. Chancay será el nuevo epicentro comercial, económico y noticioso de la costa peruana (y tal vez de la región). Y espera que el Estado esté a la altura del reto que se le viene.
¿Cómo empezó la historia del Castillo de Chancay?
Bueno, la que construyó el Castillo de Chancay fue doña Consuelo Amat y León. Ella es mi abuela. Se casó con Rómulo Boggio y él era hijo de Bartolomé Boggio. Teníamos la Hacienda de Chancay en la zona del Laure. Ahora, cuando hablamos de la historia del castillo, estamos hablando de mi abuela. Prácticamente fue ella quien lo construyó y, a raíz de todo eso, con su familia se instalaron en sus instalaciones en 1929. Su construcción duró cerca de 30 años. Luego de esos 30 años quedó en abandono 30 años más. Ya estamos hablando de los años 60. Y así fue hasta los años 90. En el año 90 es cuando yo entro y heredo la construcción y las instalaciones. Ese es el inicio de la historia del Castillo de Chancay.
¿En ese momento fue que usted tomó las riendas del castillo?
En el año 1990 es cuando yo recibo el Castillo de Chancay, pero estaba totalmente destruido y abandonado. Hubo un fuerte deseo de querer levantarlo. Inicialmente, me dijeron que era mucho más interesante y mucho más económico reconstruirlo: destruirlo y construir uno nuevo totalmente. Pero detrás de todo eso existía ese cariño y ese afecto, puesto que toda mi niñez prácticamente nací y crecí en ese castillo. Gran parte de mi sueño fue levantarlo consolidando un turismo que pudiera ayudar al desarrollo de todo el lugar. Eso fue lo más importante. Este fue un lugar turístico en los años 30 y 40. Y eso era lo que yo quería: remontarme a esas épocas. Actualmente, ya es un lugar turístico y hace que se desarrolle toda la zona a base del crecimiento integral del turismo. Este año, justamente, se cumplen los 100 años de la construcción del Castillo de Chancay.
¿Qué siente por Chancay?
Yo siento que estamos logrando muchísimas cosas; que el pueblo de Chancay en este momento se encuentra totalmente identificado con su castillo, puesto que, fíjese, todo chancayano que viene a Lima, cuando dice que es chancayano, le preguntan: “Ah, ¿tú eres de Chancay, donde se encuentra el castillo?”. Hay una identificación propia del castillo con el mismo chancayano y, en este momento, esa identificación es irrenunciable.
¿Cómo ha sido su relación con la comunidad de Chancay en todos estos años que lleva a cargo del castillo?
Ha sido bastante positiva, puesto que gran parte del desarrollo se ha consolidado, no en función de lo que pueda hacer yo, sino del esquema que se ha armado alrededor. Hoy por hoy se concesionan todos los trabajos y negocios dentro de las instalaciones del castillo. Actualmente, hay 35 concesionarios dentro y muchos de ellos han crecido enormemente. Acuérdense que son casi 30 años, 35 años que estas personas han venido trabajando. Y no solamente son los concesionarios, sino los trabajadores. Hay aproximadamente 500 trabajadores en el castillo. Aparte de eso, hay negocios que abastecían a todos los trabajadores o a las empresas que trabajan en el castillo, como ferreterías, tiendas, farmacias, etcétera.
Hoy todos hablan del megapuerto de Chancay. ¿Cómo ve el futuro de Chancay, de la zona, frente al gran desarrollo que se avizora?
Lo que yo veo es que hay una gran inversión privada, justamente de Volcan y de la corporación china, que está invirtiendo cerca de US$1,500 millones, y que esto se va a elevar a US$3,500 millones. Pero no solamente viene eso, sino que hay que pensar que todo desarrollo privado tiene que ir acompañado de un desarrollo de parte del Estado. Y creo que en ese sentido el Gobierno va mucho más lento de lo que debería ir en Chancay. Yo sugiero que este Gobierno tome mucha más importancia a todo el desarrollo que se viene, sobre todo, todo lo que son estructuras, solidificaciones, las vías alternas, el tren de cercanía…
A lo largo de su vida ha tenido muchos negocios. ¿Qué proyectos tiene para el futuro?
El negocio principal es el negocio turístico. Probablemente, el Castillo de Chancay ya es todo un símbolo y está desarrollándose en la parte que es turística. Lo que yo quiero contribuir es al desarrollo de este pueblo, no solamente en la parte turística, sino en el desarrollo integral. Ahí creo que es donde yo encajo y es donde se supone que debo dar un apoyo por lo menos fuerte para que este desarrollo sea totalmente integral.
¿Qué le diría usted a los jóvenes de Chancay para que también puedan hacer emprendimientos en la zona?
Que durante muchísimos años todititos los colegios, tanto privados como públicos, prácticamente han estado ingresando de forma totalmente gratuita aquí. Son promociones de 1,500 alumnos. ¿Eso qué significa para mí? Que son muchachos que ya conocen y se identifican con su símbolo. Ahora, yo lo que creo es que cada uno de ellos está llevando una carrera y, no solamente se dará la parte turística, sino también la parte comercial. La parte de infraestructura, pedagogía, enseñanza. El Gobierno debería tomar conciencia de que debemos poner una serie de escuelas para el desarrollo integral de todo este pueblo.
AUTOFICHA
Fuente: CanalB
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