A poco más de dos meses de iniciarse el juicio contra la exalcaldesa de Lima Susana Villarán por el escándalo de coimas de Odebrecht y OAS, uno de los principales implicados en la investigación, José Miguel Castro Gutiérrez, fue hallado muerto en su vivienda de Miraflores.

Castro, exgerente municipal durante la gestión de Villarán, tenía un corte de 14 centímetros en el cuello y, según la información policial, presentaba además golpes y laceraciones.

El fiscal Richard Rojas, a cargo de la Primera Fiscalía Penal de Miraflores-Surquillo y San Borja, inició las diligencias correspondientes. En un inicio, se manejó la hipótesis de un homicidio por las características del hallazgo. El cuerpo fue encontrado en el baño, en posición cúbito dorsal, con una toalla verde en el cuello y dos cuchillos manchados de sangre cerca.

Un parte policial advierte que la chapa del baño habría sido manipulada. Sin embargo, con el paso de las horas, las autoridades comenzaron a inclinarse hacia una posible tesis de suicidio.

Castro era una pieza clave en el proceso fiscal contra Villarán. En 2019, el exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, aseguró que el exfuncionario municipal gestionó la entrega de un millón de dólares para la campaña del No a la revocatoria. Posteriormente, Castro fue detenido y se acogió a la colaboración eficaz, proporcionando información relevante que permitió identificar a otros involucrados, como Gabriel Prado y la propia exalcaldesa.

La muerte de Castro ocurre en un momento crucial para la Fiscalía, que se alistaba para el inicio del juicio oral contra Villarán. La información que él había proporcionado se había convertido en un elemento central de la acusación, aunque formalmente aún no se había cerrado su proceso como colaborador eficaz. Las diligencias incluirán el análisis de sus comunicaciones, testimonios familiares y las condiciones del lugar del hallazgo para esclarecer los hechos.