Las ollas comunes viven una precaria situación puesto que los alimentos ya no les alcanzan para dar de comer a las personas que dependen de ellas.
El dinero que se recauda alcanza para preparar cada vez menos raciones diarias, las cuales también van siendo cada vez menos nutritivas, por ejemplo, con un solo pollo se preparan hasta cien raciones; la mayoría solo sentirá el sabor y a algunos les tocará solo un pequeño pedazo.
Mientras esta es la situación que se vive en los lugares más pobres, el Ejecutivo sigue sin promulgar la norma que aprobó el Congreso para reconocer a las ollas comunes como organizaciones de base y que reciban un financiamiento directo. Ya han pasado dos semanas desde que Pedro Castillo pudo haberla promulgada.
Muchas de las verduras han duplicado su precio, el saco de arroz también ha aumentado su precio en alrededor de 40 soles y el costo del transporte se ha encarecido, por eso se realizará una marcha hacia el Midis, un día en el que muchas mujeres deberán dejar sus ollas para hacerse escuchar.
Fuente: CanalB
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