El primer recorrido de prueba del tren Lima–Chosica logró demostrar que los vagones Caltrain pueden desplazarse sin contratiempos por la infraestructura ferroviaria del corredor hacia el este de la capital.

Durante la marcha en vacío de este jueves, el convoy alcanzó Chaclacayo y cruzó con normalidad el puente Los Ángeles, uno de los puntos que había generado mayores dudas técnicas debido a la altura de los coches de dos niveles. La transmisión en vivo realizada por el canal de YouTube Lisbeth Informa difundió imágenes que mostraron el paso del tren, confirmando la compatibilidad del material rodante con la estructura del puente.

La circulación del convoy también fue registrada por vecinos que grabaron desde distintos ángulos el cruce hacia Chosica. En la transmisión se resaltó que la prueba constituye una verificación directa de que los vagones pueden operar sin afectar la seguridad del puente. Este resultado cobra relevancia luego de semanas de cuestionamientos sobre la viabilidad física y técnica de los trenes Caltrain, especialmente respecto a su altura, cercana a los cinco metros, y la relación con los puntos críticos del corredor ferroviario, como túneles, puentes y estaciones antiguas.

Los cuestionamientos previos habían sido recogidos por especialistas que advirtieron incompatibilidades entre la infraestructura existente y las dimensiones del material rodante. Fueron frecuentes las observaciones sobre la estación Desamparados, los puentes Trujillo y Balta, y diversos tramos donde se temía una distancia insuficiente para el paso seguro.

Estas alertas motivaron al Ministerio de Transportes y Comunicaciones a exigir a la Municipalidad de Lima un informe técnico completo, que incluyera auditorías estructurales, historial de mantenimiento y evaluaciones de compatibilidad, antes de autorizar cualquier operación preliminar.

En entrevistas televisadas, especialistas señalaron que trabajadores municipales realizaron ajustes sobre la rasante de la vía de forma improvisada, lo que aumentó la preocupación por la seguridad general del proyecto. También se cuestionó el estado de las vías, que presentan tramos oxidados y carentes de mantenimiento adecuado, según registros difundidos por medios locales. Estas observaciones se sumaron a la controversia inicial por la donación del material rodante, que incluía 90 coches y 19 locomotoras con décadas de antigüedad y diversas fallas detectadas al llegar al país.

La Municipalidad de Lima ha insistido en que estas pruebas forman parte del proceso técnico obligatorio previo a la marcha blanca, la cual se realizará sin pasajeros y permitirá verificar el comportamiento del tren en distintos escenarios operativos. Según las estimaciones oficiales, el servicio podría trasladar a más de 12.500 pasajeros al día a lo largo de un tramo de aproximadamente 45 kilómetros, convirtiéndose en una alternativa para los distritos de Lima Este. Sin embargo, aún se requiere concluir la revisión mecánica y eléctrica de todo el material rodante antes de avanzar hacia pruebas más amplias.

Este primer recorrido en vacío representa la evaluación más extensa desde la llegada de los trenes al país y se ha convertido en un punto de referencia para los organismos del Estado que supervisan la ejecución del proyecto. Tanto especialistas como entidades técnicas esperan los próximos informes municipales para determinar si la operación puede escalar sin comprometer la seguridad del corredor y si la infraestructura existente es suficiente para sostener un servicio regular en el mediano plazo.