Benjamín Cillóniz, destacado líder de la agroindustria peruana y gerente general de Exportadora Safco Perú, ha expresado su preocupación por el futuro de la agroexportación en el país.

Cillóniz, reconocido por su trayectoria en el sector agrícola, señala que la saturación de los mercados internacionales es inevitable debido al rápido crecimiento de la agroexportación en Perú.

Según Cillóniz, el Perú ha alcanzado un techo en la agroexportación, ya que una pequeña proporción del área agrícola nacional se dedica a los principales cultivos de exportación, como uvas y paltas. Aunque esto ha generado ingresos significativos y empleo en el país, la industria se enfrenta a obstáculos como la falta de investigación y desarrollo, así como la creciente oposición pública a la agroexportación.

El líder agrícola también critica la reciente Ley Agraria y su impacto en la industria. Afirma que esta ley, junto con el aumento de costos laborales, está agregando presión a la agroexportación peruana. Cillóniz argumenta que el Estado debe cumplir su papel y proporcionar un servicio de salud eficiente si se espera que las empresas asuman mayores costos laborales.

En cuanto a los desafíos que enfrenta la industria, Cillóniz discute la posibilidad de diversificar los cultivos, especialmente en caso de que se materialicen grandes proyectos de irrigación en el país. Sin embargo, enfatiza que es esencial abordar las deficiencias en infraestructura y vías de comunicación para garantizar el éxito de estos cultivos alternativos.

Cillóniz también señala que la agroexportación peruana todavía tiene ventajas competitivas a nivel mundial en productos como uvas y arándanos, pero se requiere un enfoque en la reducción de costos de producción y la investigación varietal. Además, aborda la importancia de abordar los desafíos hídricos en la región de Ica y la percepción pública sobre el consumo de agua por parte de las empresas agrícolas.

El líder agrícola concluye destacando la necesidad de impulsar la agroexportación en el Perú y advierte que, de no hacerlo, la industria podría ingresar en una fase de estancamiento, con consecuencias para el empleo y los ingresos fiscales. Cillóniz enfatiza que el Perú posee un gran potencial en la agroindustria y que el desafío radica en aprovecharlo de manera eficiente y sostenible.