La informalidad económica, que abarca a más del 50% del PBI del Perú, sigue siendo uno de los mayores desafíos para el desarrollo del país. Este fenómeno, profundamente arraigado en las micro y pequeñas empresas (mypes), no solo limita la productividad y la competitividad, sino que también afecta la generación de empleo digno y la calidad de vida de los ciudadanos.
Durante el foro “Informalidad versus competitividad: el camino hacia el progreso sostenible”, organizado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), expertos nacionales e internacionales discutieron propuestas para abordar esta problemática, destacando la necesidad de implementar reformas estructurales en múltiples ámbitos.
Según Paula Garda, representante de la OCDE, la informalidad laboral en Perú alcanzó el 71% al cierre de 2023, una de las tasas más altas de América Latina. “Es un fenómeno multidimensional que requiere una agenda integral de reformas. No hay una solución única”, subrayó Garda, quien indicó que la informalidad no solo erosiona la recaudación fiscal, sino que también perpetúa condiciones laborales precarias.
De implementarse las reformas necesarias, el PBI per cápita, que en 2023 se situó en 7,789 dólares, podría duplicarse y superar los 15,000 dólares al 2050. Entre las áreas clave identificadas están la educación, las políticas tributarias, la simplificación administrativa y la mejora del entorno empresarial para reducir costos de formalización.
El economista Elmer Cuba señaló que los regímenes tributarios complejos y los costos laborales desincentivan la formalización. Propuso un régimen único y progresivo para el impuesto a la renta, basado en las utilidades empresariales, incentivando así la inclusión de trabajadores en planilla.
Por su parte, Carlos Meléndez, analista político, sugirió la creación de ventanillas únicas para centralizar y agilizar los trámites de formalización, facilitando el registro de empresas y trabajadores. Además, planteó un Registro Nacional de Trabajadores Independientes, que permita su acceso a seguridad social y financiamiento.
El embajador Carlos Vásquez Corrales destacó que durante la reciente cumbre del APEC en Perú, se logró incluir el impacto de la informalidad en la agenda del foro, un hecho sin precedentes. Según datos presentados, la informalidad afecta a todas las economías del bloque, aunque con variaciones significativas: en Perú representa el 59% del PBI, mientras que en países como Estados Unidos y Singapur alcanza el 8% y el 12%, respectivamente.
El análisis de este tema, encomendado a la unidad de apoyo político del APEC, busca generar un estudio comparativo que permita identificar buenas prácticas y soluciones adaptables a cada economía miembro.
La informalidad, presente en más de 8.2 millones de unidades productivas peruanas, representa un obstáculo para la inversión privada, la innovación y la confianza en las instituciones, según el presidente de la CCL, Roberto de la Tore.
Las reformas estructurales propuestas no solo buscan incrementar la competitividad del país, sino también garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible. "Reducir la informalidad es clave para construir un Perú más próspero y equitativo", concluyó De la Tore.
Fuente: CanalB
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