Argentina ha decidido no participar en el Pacto del Futuro de las Naciones Unidas, un acuerdo que busca enfrentar los desafíos globales más urgentes como la paz, el cambio climático y las amenazas emergentes de la inteligencia artificial.

El secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, anunció la postura oficial del gobierno, destacando que "en la nueva Argentina no hay lugar para agendas internacionales totalitarias".

La canciller argentina, Diana Mondino, también hizo pública la decisión del país, destacando que muchos puntos del pacto presentan reservas y objeciones que no se alinean con la nueva agenda del gobierno argentino. Mondino explicó que, a pesar de que las negociaciones se iniciaron bajo el mandato anterior, el gobierno actual decidió disociarse tras intentar proponer acciones constructivas que no fueron tomadas en cuenta.

El Pacto del Futuro, también conocido como Agenda 2045, fue firmado por 193 países y establece 56 acciones destinadas a enfrentar los principales problemas del siglo XXI. Entre estos desafíos se incluyen el mantenimiento de la paz, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU y las potenciales amenazas de la inteligencia artificial. El secretario general de la ONU, António Guterres, había subrayado la importancia de encontrar soluciones modernas para los problemas actuales y pidió a los Estados miembros que demostraran "visión, valentía y ambición" para lograr un acuerdo.

Además de Argentina, otros países que han rechazado el Pacto del Futuro incluyen Rusia, Venezuela, Corea del Norte y Bielorrusia. Mientras tanto, líderes como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, han defendido el acuerdo, calificándolo como un paso crucial hacia un mundo más justo e igualitario.