La administración de Nicolás Maduro anunció que las oficinas del sector público solo atenderán hasta las 12:30 p. m. y alternarán días laborales con días de descanso debido a la crisis energética que atraviesa el país.

El gobierno argumentó que la medida responde a una “emergencia climática” que afecta el nivel de los embalses y, en consecuencia, la generación eléctrica.

Los apagones y racionamientos han sido recurrentes en Venezuela en los últimos años. Desde 2016, el chavismo ha impuesto restricciones en el suministro eléctrico, siendo el apagón masivo de 2019 uno de los eventos más críticos. A pesar de ello, expertos señalan que el problema radica en la falta de inversión en infraestructura y mantenimiento del sistema eléctrico, mientras el oficialismo insiste en atribuir la crisis a supuestos sabotajes.

Si bien la medida tendrá una vigencia inicial de seis semanas, no se descarta que se prolongue si la situación no mejora. Entretanto, los sectores esenciales continuarán operando con normalidad, aunque persiste la incertidumbre sobre la capacidad del gobierno para garantizar el servicio eléctrico a la población.