Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso

Estamos en semana APEC y seguramente analistas económicos y políticos opinarán sobre los efectos teóricos que va a generar para el país, las grandes inversiones y las grandes empresas. Por supuesto, incluirán también los efectos y beneficios para el ciudadano de a pie. Pero vamos a la realidad.

En primer lugar, hay que determinar que todos somos ciudadanos de a pie, que en el Perú no deben existir peruanos de primera y segunda categoría. Segundo, sobre la APEC y el impacto que pueda tener en todos los peruanos, hoy como estamos, será nulo. Solo cuando logremos en el Perú un cambio de ciclo total, foros como este tendrán un gigantesco impacto en el bienestar y la economía de todas las familias peruanas.

Digo esto porque la APEC, así como otros foros, busca promocionar las inversiones y los mercados internacionales para la economía peruana, nos da herramientas e insumos para poder competir a nivel internacional. Pero pregunto: ¿de qué sirve abrir mercados internacionales cuando nuestra pésima infraestructura encarece la producción y no nos permite ni siquiera sacar nuestros bienes de las provincias?

¿Para qué queremos herramientas que jamás podremos usar porque tenemos un Estado enemigo, lleno de burocracia inservible que nos persigue, extorsiona y recorta nuestras libertades? ¿Para qué invitamos a las inversiones extranjeras cuando sus efectos y beneficios nunca se podrán materializar en un país en el que el Estado, durante los últimos 25 años, ha sido el mayor exponente de corrupción y donde el marco jurídico ha caído bajo el control de los políticos y las ONGs, con la única finalidad de beneficiar a sus amigotes?

La realidad es que sobrevivimos hace más de 25 años en un Estado fallido donde nuestras autoridades se preocupan de solucionar solo los problemas que ellos crean y beneficiar solo a los “emprendejos”, no de apoyar e incentivar el desarrollo de los emprendedores peruanos.

Seamos claros: este foro de APEC será recordado únicamente por los días feriados, el atentado contra la educación de los niños y, por supuesto, las fotos de los políticos y autoridades que nos visitan. Pero estoy seguro de que ningún peruano podrá decir que gracias a la APEC su calidad de vida va a mejorar. 

Esto solo sucederá cuando los peruanos decidamos terminar con este viejo ciclo de la política y de la justicia politizada, y logremos el cambio hacia un país donde prevalezca la libertad, la justicia y el derecho de todos los peruanos a ser mejores en base a su esfuerzo y ganas de salir adelante.