Por Rafael Venegas
¿Tenía razón Raimondi cuando afirmaba que el Perú era un mendigo sentado en un banco de oro?
¿Tenía razón Chabuca Granda cuando le cantaba al Perú “Bello Durmiente”?
¡Por supuesto que tenían mucha razón los dos!
El Perú es un país bendecido con inmensas y variadas riquezas naturales y con una ubicación geográfica privilegiada para el comercio y el turismo.
¡El Perú es rico por naturaleza!
Sin embargo, su variopinta y sumisa población no lo aprovecha por estar dormida, ya sea por su innata pasividad, por su individualismo o porque ha sido inducida mediáticamente al sueño (o a la estupidez).
¡El Perú es un bello durmiente!
Por ser indiferentes, por ser egoístas o por haber caído en la trampa mediática de la “estupidez colectiva”, hemos permitido que una inmoral e incapaz clase política tome la educación, las instituciones públicas, los tres poderes del estado y la gran mayoría de los medios de comunicación, para ponerlos al servicio de sus infames inmoralidades. ¡Les hemos entregado el país en bandeja de oro!
El tema de la “estupidez colectiva” fue estudiado a profundidad por el teólogo, escritor y resistente nazi Dietrich Bonhoeffer, quien concluyó que esa era la razón por la que el pueblo alemán, manipulado mediáticamente, había sucumbido ante el nacismo.
Bonhoeffer argumentó que la “estupidez colectiva” no es falta de inteligencia, sino una cuestión de comportamiento y actitud que puede afectar a grupos enteros de individuos independientemente de su nivel educativo y socioeconómico.
“La estupidez colectiva es una enfermedad contagiosa que se transmite a través de las redes sociales” (A. Einstein)
“La estupidez colectiva es la peor de todas las estupideces” (F. Nietzsche)
“La estupidez colectiva es la única explicación para el éxito de la mayoría de los políticos (Bertrand Russell)
“La estupidez colectiva es como una plaga que se extiende sin control consumiendo todo a su paso” (Voltaire)
“La estupidez colectiva es el mayor obstáculo para el progreso de la humanidad (Carl Sagan)
La “estupidez colectiva” es generada estratégicamente con fines principalmente políticos y es difundida a través de la manipulación mediática de las masas. También es utilizada para confundir y desviar la atención (las famosas “cortinas de humo”).
En nuestro país la manipulación ideológica se viene dando hace muchos años, desde que la educación pública fue tomada por los sindicatos políticos de izquierda disfrazados de maestros. Luego se extendió a las universidades privadas, donde se engendró la tristemente célebre “caviarada”.
Más de tres generaciones de peruanos han recibido y siguen recibiendo una educación de muy baja calidad (según PISA), distorsionada, llena de falsedades y completamente politizada. ¿Complicidad de los gobiernos de turno, “estupidez colectiva” o ambas?
Un ejemplo más cercano, dónde intervino eficazmente la manipulación mediática y apareció en todo su esplendor la “estupidez colectiva”, fue en las últimas elecciones del 2021, dónde un mini partido, que obtuvo sólo el 10.7% de los votos en la primera vuelta, consiguió ganar las elecciones colocando al mando al que sin duda ha sido el peor presidente de la historia del Perú y propiciando el peor caos político e institucional de las últimas décadas.
¿Cómo lo consiguieron? Pues con un eficaz uso de la manipulación mediática que generó un estado de “estupidez colectiva”, consiguiendo que se vote por quien sea, con tal de no hacerlo por el monstruo enemigo (el fujimorismo); odio visceral también creado por la misma estrategia.
Error imperdonable de complicidad que está al límite de traición a la patria, por haberle entregado el país a una mafia de exterroristas, incapaces y corruptos.
También contaron con sucio financiamiento del narcotráfico y la minería ilegal y, por supuesto, con la delincuencial ayuda de un parcializado y corrupto sistema electoral que permitió todo tipo de irregularidades y se negó ilícitamente a utilizar los mecanismos legales de revisión y auditoría.
Manipulación mediática previa y posterior a las elecciones. “Estupidez colectiva” a lo largo de todo el proceso.
¿Habremos aprendido la lección?
La gran oportunidad de recuperar a nuestro país será en las próximas elecciones del 2026. Tenemos dos años para organizarnos debidamente y contrarrestar sin miedo y con decisión a la maldita manipulación mediática y las trampas del inmoral sistema electoral.
No permitamos que nos confundan y nos dividan con la participación de decenas de candidatos y otras mañas y trampas como las que utilizaron en el 2021. ¡DESPIERTA BELLO DURMIENTE!
Dejemos de lado las taras, el individualismo, los egos políticos y otras “estupideces colectivas” y concentrémonos disciplinadamente en escoger a UN SOLO CANDIDATO DE CONSENSO que represente a los que creemos y queremos la libertad, la justicia sin impunidad, el orden público, la economía de libre mercado, la propiedad privada y un estado ágil, eficiente y sin corrupción.
¡NO A LA CORRUPTA E INCAPAZ CLASE POLÍTICA!
¡NO A LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA!
¡NO A LA “ESTUPIDEZ COLECTIVA”
¡NO A LOS IRRESPONSABLES EGOS POLÍTICOS!
¡SI AL CANDIDATO ÚNICO DE CONSENSO!
Fuente: CanalB
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