Por Mariella Balbi, publicado en Expreso

Augusto Monterroso, notable escritor guatemalteco, escribió El dinosaurio, el cuento más breve de la historia de la literatura. Dice así: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí”. Muchos se inclinan por la siguiente interpretación: pasen los años, todo sigue igual. Todo es la vida y sus avatares, la corrupción, el poder, etc. Incluye al fiscal Pérez. Este personaje, que ostenta un claro desequilibrio emocional, tiene un poder omnímodo. Por el caso Lava Jato, mandó a la cárcel injustamente a buena parte del fujimorismo. También le cayó a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), a su chofer y a su secretaria. Con esos tres ciudadanos creó una organización criminal. Quiso ir por el presidente Alan García, y este respondió con su vida, pero antes presionó a personas cercanas al mandatario para que lo ‘dedearan’. Les cambió de abogado, festinó trámites y se impuso. Ayer logró de Alejandro Toledo una declaración contra PPK.

La lista de sus arbitrariedades es inmensa. Consignamos otras. Permitió que una integrante de IDL se instalara en su oficina y tuviera acceso a todos los expedientes que quisiera. Muchos hemos denunciado su incapacidad, su tiranía, exigiendo que deje el caso ‘cócteles’, que comprende al fujimorismo, al probo abogado Arsenio Oré y a otros letrados que defienden a los implicados en ese proceso. Otro embarrado por la iniquidad de Pérez es el empresario Ricardo Briceño. Vaya destino que les tocó a él y también a muchos otros. Sus vidas están en manos de una persona mal de la cabeza, con tanto poder para hacer daño como Calígula. Todo lo mencionado y lo no enumerado (por falta de espacio) es ignorado por la Junta Nacional de Justicia, compinche de este sujeto.

Hace unas semanas, Willax reveló un informe de la propia Fiscalía que mostraba un desbalance en el patrimonio de Pérez en dos años, de 131,000 soles (35,120 dólares). No lo suspenden, como debería ser, porque tiene padrino: la gran mafia existente en la Fiscalía. El Fiscal de la Nación, José Luis Villena, emula a su antecesora en aquello de sordo, ciego y mudo. No pasa nada. Además, está protegido por los fiscales Sánchez (a quien no se investiga), Vela, IDL y compañía. La ciudadanía exige ahondar en ese desbalance, es una obligación de su parte, pero Villena puede hasta encarpetarlo, y tampoco pasará nada. La zarina de Eficoop, Marita Barreto, fue suspendida por otra denuncia periodística de Willax, pero también porque el congresista Guillermo Bermejo, investigado por vínculos con la subversión, lo exigió. Bermejo sortea hasta hoy ese proceso y tiene un fiscal amigo (examigo, dice este magistrado) en Eficoop.

Si seguimos, montaremos varias pizarras —muy al estilo Barreto— de la organización criminal existente en la Fiscalía. Pero, nuevamente, la JNJ, que destituye, nombra y suspende a magistrados, calla y omite sus funciones. Todo ese tinglado tiene, obviamente, vínculos con sectores con intereses políticos que buscan desesperadamente vacar a la presidenta Dina Boluarte. Con paros, que tienen como base un hartazgo justificado, apoyados por el ‘Lagarto’ Vizcarra, la izquierda socialista y bien utilizados por la subversión, que está muy activa. Además, nunca un presidente fue tan investigado por la Fiscalía como Boluarte. Tiene más de cinco procesos, desde por asesinato (DD. HH.) hasta por el ‘cofre’. Gracias al escándalo Chibolín, entre otros, los dinosaurios —Pérez, Colchado, etc.— siguen ahí.