Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso

Si retrocedemos en el tiempo, recordaremos que varias películas futuristas nos mostraban el futuro en el 2025, a veces moderno y tecnológico y, a veces, apocalíptico. Más allá de estas películas de ciencia ficción, los peruanos estamos viviendo el 2025, pero, lamentablemente, no podemos decir que estamos viviendo el futuro.

¿Por qué? Porque vivir el futuro comienza por creer en el futuro, y eso es algo que los peruanos hemos perdido a través de los últimos 25 años gracias a la falta de gestión y, precisamente, visión de futuro de todos los gobiernos de esas dos décadas y media, que hicieron todo para que nuestra calidad de vida empeorara.

Pero los que queremos realmente a nuestro Perú, vemos con optimismo el inicio de este nuevo año, porque todo indica que el 2025 es el principio del fin de la caviarada.

Sí, ellos, los caviares, han controlado los destinos del país durante 25 años. Y son ellos los verdaderos culpables de que, a pesar de tener una constitución que permitió que seamos un país macroeconómicamente sólido, no pasaran de hacer promesas que nunca cumplieron y llevaran a la mayoría de los peruanos a una situación desesperante, a la pérdida de credibilidad y de confianza como nunca antes sucedió en nuestra historia.

Imaginemos por un momento qué Perú tendríamos si estos caviares populistas de izquierda no hubieran existido.

Se habría reducido la pobreza a la mínima expresión. La mayoría de nuestros niños crecerían sanos. Nuestros jóvenes se quedarían en el país porque tendrían oportunidades de todo tipo.

El crimen organizado tendría miedo de venir al Perú porque no habría tenido a un sistema judicial débil y corrupto que, controlado hoy por la caviarada, termina siendo cómplice de los criminales y enemigo de los que trabajamos todos los días para mantener a nuestras familias.

La educación sería no solo digna, sino también de calidad, y los colegios serían verdaderas cunas del conocimiento.

Las ONG que no rinden cuentas no existirían. Y los políticos serían solucionadores de los problemas de la población porque para eso se les paga.

Queridos compatriotas: Ese futuro lo podemos construir juntos desde este 2025.

¿Cómo? Pensando y actuando como verdaderos patriotas. Haciendo que sea el principio del fin de los caviares, para siempre.

Asumiendo el liderazgo en nuestros barrios, haciendo que nuestra voz se escuche y que seamos millones los que exigimos el cambio de ciclo. Demostrándole a la empresa privada que su mayor capital no está en los bancos, sino en nuestros ciudadanos y en nuestro país. Que todos debemos hacer Perú, todos los días.

Cuenten conmigo, y estoy seguro de que cuento con ustedes. No soy candidato a nada, pero amo a mi país igual que cada uno de ustedes. Llegó el momento de que la lacra corrupta sienta que HABLA EL PERÚ.