López Aliaga corre solo; por Giulio Valz-Gen
RLA es la única autoridad o precandidato con una identidad clara que busca comunicarla todos los días, eso lo diferencia del resto y le funciona
El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga (RLA), ha subido 13 puntos en su aprobación en dos meses, según la última encuesta de El Comercio-Datum. En diciembre tenía 33% y en febrero alcanzó 46% (no hubo muestra en enero).
Hace unas semanas mencionaba en este espacio (“Cuero de chancho”) que el líder de Renovación Popular es el único de los voceados a candidatear que, bajo el sombrero de burgomaestre, siembra narrativas, comunica casi a diario y, en cierto modo, adelanta la campaña. Si la regla era hacerse el muertito hasta que caliente la elección, lo de ‘Porky’ es lo contrario.
¿Por qué sube López Aliaga? Dudo que el alza se explique solo por la presencia del streamer Speed en Lima y la astucia del alcalde para subirse a su popularidad entre los jóvenes. Es un factor relevante, claro, más si la encuesta señala que su aprobación es de 54% entre los de 18 a 24 años (49% entre los de 25 a 34, 48% entre los de 35 a 44 y 40% entre los de 45 a 70). Otro dato: su respaldo alcanza el 65% en el sector socioeconómico E. Algo está haciendo el alcalde para conectar con los sectores más pobres de la capital.
Pero no es solo eso. En línea con su discurso habitual, RLA ha sabido montarse a la ola trumpista (y a la de Milei, Bukele y compañía). Incluso asistió a eventos en el cambio de mando en EE.UU. y hoy luce más envalentonado que nunca en su narrativa anticaviar. Él y su entorno creen firmemente que ese mensaje funcionará en el Perú. Sin duda, este discurso le ha traído adhesiones, potenciadas por la creciente presencia de Donald Trump en medios locales y globales. Sin embargo, dudo que esa sea la fórmula del éxito en las próximas elecciones.
Como decía ayer en estas páginas el politólogo Carlos Meléndez: “¿En serio creen que la arremetida de Trump contra Usaid le mueve un pelo al bodeguero de la esquina? ¿De verdad al elector promedio le urge más una legislación anti-ONG que una contra el crimen organizado?”.
RLA puede haber subido en Lima, pero aún no hay sondeos que reflejen que su capital político se traduzca en intención de voto nacional. La encuesta de enero de Perú 21-Ipsos lo ubicó segundo con solo 4% (Keiko Fujimori aparece primera con 12%). Crecer en Lima podría aumentar ese porcentaje (y cada punto cuenta), pero su gran reto es captar la atención del interior del país. El voto popular peruano no es igual al de EE.UU. Nuestras necesidades, identidades y prioridades son distintas y, lamentablemente, será el crecimiento de algún candidato de izquierda lo que nos lo recuerde.
Por ahora, RLA es la única autoridad o precandidato con una identidad clara (guste o no) que busca comunicarla todos los días. Eso lo diferencia del resto y le funciona en Lima. Mantener esa aprobación será su reto y es cuestión de días o semanas para que sus adversarios reaccionen.
Giulio Valz-Gen es socio de la consultora 50 + Uno
Fuente: CanalB
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