Opinión

No hay chancay de a veinte; por Ántero Flores-Aráoz

Publicado el 12 de febrero de 2025

Por Ántero Flores-Aráoz Esparza, expresidente del Consejo de Ministros
Publicado en La Noticia


Desde hace dos siglos por lo menos se conoce un delicioso pan dulce, originalmente confeccionado en la localidad de Chancay y que se llamó con dicho mismo nombre. Décadas atrás el “chancay” costaba veinte céntimos, pero del antiguo sol, es decir, era muy, pero muy barato, por lo que adicionalmente era de aceptación popular, al que los “pregoneros” del producto lo ofrecían con la frase “vendo chancay de a veinte”.


Días atrás, concurriendo al evento de la Municipalidad de Chancay, en que se incorporaba a su tarea de planificación del desarrollo a un equipo consultivo ad honorem, uno de los asistentes, en voz baja pero audible, hizo el siguiente comentario: “Ya no hay Chancay de a veinte”. Lo señaló después de escuchar las intervenciones de algunas personas como a su dinámico alcalde Juan Alberto Álvarez, a Roque Benavides, a los presidentes de Confiep y de la Cámara de Comercio de Lima, así como entre otros al gerente de la empresa que conduce el modernísimo puerto de Chancay, es decir, el almirante Carlos Tejada.

 

La expresión en cuestión era el lógico comentario después, sobre todo de escuchar a “Juanelo” como cariñosamente llaman al alcalde chancayano, quien manifestó que el establecimiento de su Consejo Consultivo era para que lo ayudasen en la “orientación y consejo para la mejor toma de decisiones en la visión de desarrollo … no solo a nivel distrital, sino como puerta de ingreso y salida de nuestro país y como impulsor de la actividad económica …”


También el alcalde se refirió a la necesidad de elaborar la planificación y ordenamiento territorial, con infraestructura urbana de servicios adecuados para el crecimiento que se avizora en la zona, para lo cual en su Consejo Consultivo se encuentran algunos decanos de colegios profesionales a nivel nacional, duchos en la materia.

 

Preocupado el alcalde para que los vecinos de su localidad puedan acceder a empleos decentes, reconoció “la importancia de la inversión privada, a quienes en algunos lugares del Perú no les dan la licencia social, para después reclamar al Estado sin saber o desconocer que gracias a los impuestos que generan, se brindan los servicios públicos para una mejor calidad de vida y que el ciudadano viva con un ingreso decoroso … con un porvenir de industrialización, comercio y desarrollo …” Ojalá lo escuchen en el interior del país, los vasallos de ideologías trasnochadas que impiden el desarrollo de nuestra patria y, por ende, la elevación del nivel de vida de la población.

 

Como vemos, es imposible volver al “chancay de a veinte”. La localidad de Chancay, con el nuevo y modernísimo puerto, transformará la zona en un hub de desarrollo, como también lo reconoció el gerente peruano de la operadora portuaria, almirante Carlos Tejada, secundado por el almirante Ríos Polastri. Chancay también debería volver al rango de provincia, como antiguamente lo fue.


Algo que es importante recordar es la batalla que viene realizando la Municipalidad de Chancay para que las autoridades del Ministerio de Transportes y Comunicaciones entiendan no solo que se requiere una nueva vía terrestre para llegar y salir del puerto, sino que esta tiene que ser una vía de circunvalación.

 

El ministro del sector se ha empecinado u obstinado, lo que no es perseverancia, en que la vía vaya pegada al litoral, con lo que perjudicará su modernización e impedirá el complemento turístico que se sume al “Castillo de Chancay”, puesto en valor gracias al empeño de Juan Barreto Boggio. Además, la expropiación de inmuebles construidos evidentemente será más cara que la de terrenos baldíos al fondo de la ciudad de Chancay. Algo nos huele mal, esperando no llegue a ser putrefacto.

 

 

 

 

Fuente: CanalB

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