Escrito por Juan Carlos Suttor, publicado en el blog Sin Pelos en la Lengua

Resulta curioso que los dos últimos artículos de este humilde blog estén relacionados a temas religiosos pero, lamentablemente, así como la justicia se ha politizado y la política se ha judicializado, también la religión se ha politizado.

El cura Jorge Mario Bergoglio, más conocido como Francisco I o el Papa, está vinculado con la dictadura militar argentina, con el kirchnerismo y con el comunismo. Por eso odia (sí, estoy seguro de que odia) y ha disuelto al Sodalicio de Vida Cristiana y ahora se ha ido contra el monseñor Cipriani, primer cardenal del Opus Dei, organización conservadora y digamos, de la derecha dentro de la Iglesia.

Me queda claro que esta organización criminal en la que se ha convertido el Vaticano (de acuerdo a la legislación peruana es una que promueva, organice, constituya, o integre una organización de tres o más personas con carácter estable, permanente o por tiempo indefinido, que de manera organizada, concertada o coordinada y blablabla), y ahí están al menos Jorge Mario Bergoglio, Carlos Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima y por supuesto el gran delincuente, el cura español Jordi Bertomeu.

Este curita español, un miserable, dicen que marica también, es el que hace unos meses filtró información confidencial acerca de las declaraciones de Giuliana Caccia y Sebastián Blanco acerca del caso Sodalicio de Vida Cristiana y que casi les ocasiona la excomulgación que no se dio por indicación de Bergoglio y por ello está denunciado en el Perú y con toda razón. Creo, es muy probable, que este curita ruin, es el que ha filtrado al diario comunista español El País, todo el refrito con monseñor Cipriani, por quien, sin conocerlo pero conociendo todos sus méritos, pongo mi mano al fuego.

Me queda claro que la campaña contra Cipriani es humo y basura para cubrir las barrabasadas del cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, miembro de la organización criminal que mencioné antes, quien contravino el comunicado de la Conferencia Episcopal al declarar que la obra “María Maricón” promovida y que sigue siendo promovida por la PUCP (Primera Universidad Caviar del Perú) no ofende a la Virgen. ¡What the fuck!

No puedo extenderme, pero con respecto a Juan Luis Cipriani, hay un refrito de hace casi 40 años, por una denuncia de un desconocido que no desea revelar su identidad ni entablar proceso judicial. ¿Cuál es el interés? ¿Quién le paga?

Ni mencionar las cartas falsas, inventadas, que exhibió el payaso Popi Olivera en 2001 contra nuestro cardenal, por supuesto avaladas por su viceministro Pedro Cateriano, soltero maduro y lo dejo ahí.

Estoy peleado con la Iglesia, me formé en los SS.CC. La Recoleta, soy cristiano, católico, pero lo que veo hoy es una total deformación y aberración.

El curita Bergoglio tiene 88 años, no le queda mucho tiempo de vida, por suerte. Ojalá que quien lo suceda no sea peor que esta porquería argentina, que podría compararse con el drogadicto Armando Maradona.

Que me disculpen los católicos recalcitrantes o los argentinos que defienden a este Papa miserable que está destruyendo a nuestra iglesia.