Opinión

Por tercera vez, ¡bienvenidos a APEC!, por Javier Díaz Orihuela

Publicado el 21 de octubre de 2024

Por Javier Díaz Orihuela, exsenador de la República
Publicado en Expreso

 

Acompañados por prominentes empresarios y líderes, casi 21 jefes de Estado visitarán Lima del 14 al 16 de noviembre próximo. En esta capital, serán protagonistas del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que en  Perú se realiza por tercera vez, un foro que representa alrededor del 60% del PBI global y la mitad del comercio internacional.


Para nuestro país, APEC significa el 67% de su comercio exterior e inversiones cercanas a 10,000 millones de dólares, provenientes de economías del APEC. En esa línea, no se trata de encuentros grandilocuentes o meramente protocolarios, sino de promover oportunidades de negocios e inversiones tanto para el anfitrión como para los visitantes.


Obviamente, la cita versará también sobre el crecimiento económico y armónico entre sus miembros, el desarrollo sostenible, la cooperación técnica y económica, la transformación digital y cultural, etcétera.


Igualmente, están programadas rondas de trabajo diverso, y en ellas es posible encontrar el marco apropiado para mejorar las condiciones de acuerdos con China y acelerar los TLC con Hong Kong, Indonesia, India y Marruecos.


En el contexto de APEC, Perú es visto como una buena plaza de inversión en minería, transporte marítimo, aéreo y banca. Sin embargo, sobresale por ser un país eminentemente polimetálico, disputando los primeros puestos en la producción de cobre, vanadio y zinc.


El futuro es extraordinario, ya que en el presente continúa la exploración, construcción y producción, y con visos de acelerarse. La producción minera anual total equivale al 14% del PBI. Según el Plan Estratégico Nacional de Desarrollo (PEND), en el año 2050 se tendrán 30 nuevos proyectos mineros en producción, que demandarán una inversión de 53,000 millones de dólares.


No en vano nacimos en un país que fue centro de una gran civilización, la inca, que dominó América del Sur, exploró los dominios territoriales y desarrolló las enormes áreas andinas, amazónicas, costeñas y oceánicas.


Y con esa diversidad de climas y pisos ecológicos aptos para producir, lograron incluir en la dieta andina numerosas especies que ahora forman parte de la alimentación mundial. Estas cualidades son las que valoran los CEOs de las empresas top.


Otros admitirán las bondades del Puerto de Chancay, y los visionarios comprobarán que hay expectativas de inversión minera en el próximo cuarto de siglo. Sumaríamos miles de millones de dólares más si ponemos en marcha otros sectores potenciales, como la industria forestal sostenible y la nueva agroexportación que nace en los desiertos costeños, con tecnología de punta.


Con todo lo dicho, bastaría para convencer a los grandes inversionistas globales. Pero no es suficiente. Destaquemos, entonces, que nuestro Banco Central de Reserva es respetado mundialmente, que nuestras reservas internacionales superan los 84,000 millones de dólares y que el sol  peruano solo se ha devaluado un 9% en los últimos 23 años.


Este hecho revela que la fortaleza de la moneda nacional está a la altura del dólar, el euro o la libra esterlina.

 

 

 

Fuente: CanalB

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