Por Fernando Calmell del Solar, publicado en Expreso
El foro APEC ha sido una especie de siesta de varios días.
Ese tipo de vacaciones que a veces se necesitan para un descanso físico y mental, alejados del estrés del día a día y de la realidad.
Sin embargo, las vacaciones y las siestas siempre terminan y, nos guste o no, tenemos que volver a abrir los ojos y con ellos volver a la realidad. Se terminaron las fotos, las visitas, las cenas de gala y el minuto de fama.
Lo deprimente es darnos cuenta de que todo sigue igual o peor.
Los caviares, una vez más, atacando y desinformando sobre cualquier cosa que hagan sus enemigos políticos.
Ahora le tocó al alcalde de Lima que, a pesar de haber logrado la donación de 19 locomotoras y 90 vagones de dos pisos, resulta increíblemente criticado por lo que Porky denomina de forma acertada “la mafia caviar” y medios de comunicación “socialconfusos”.
Aún peor es lo que han hecho el monseñor Barreto, un sacerdote religiosamente caviar, junto a la ONG de Gustavo Gorriti, el sumo pontífice de la caviarada, que no tuvieron reparo alguno en presentar una denuncia en contra del Perú ante la CIDH, porque quieren mantener como sea el control de la justicia para perseguir a sus rivales políticos y no al crimen organizado.
Y, por supuesto, nuestro pan de cada día:
Los caviares corruptos como Villarán, Vizcarra y la parejita Humala ya no saben cómo esconder los millones mal habidos. Si no fuera por los fiscales y jueces caviares que los protegen, todos deberían estar hace rato tras las rejas.
Yo me pregunto: ¿no les da vergüenza?
Pero, como si esto fuera poco, los señoritos caviares, que siguen pataleando por el arrollador triunfo de Trump y anuncian el fin del mundo, vuelven a la carga con la palabra que más les gusta: vacancia.
Cómo se nota que nunca han trabajado y se la quieren seguir llevando en carretilla. Cómo se nota que no les interesa ni el Perú ni los peruanos y que el único emprendimiento que han hecho en sus vidas es asociarse para vivir de nosotros, a los que llaman de forma despectiva ciudadanos de a pie. Pero claro, cuando se les pide que ellos y sus ONG rindan cuentas, gritan como marranos.
Amigos, sí, terminaron las vacaciones APEC, y los que realmente queremos liberar al Perú de estas lacras de la política, tenemos que seguir trabajando para abrirles los ojos a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros vecinos y, sobre todo, a nuestros jóvenes, para lograr el cambio de ciclo que nuestro país sigue esperando.
Fuente: CanalB
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