Por Carlos E. Gálvez Pinillos, publicado en Expreso
La ciudadanía se ha pronunciado libremente respecto a los sistemas previsionales y con el apoyo absoluto de todos los partidos, de izquierdas, derechas y sus correspondientes variantes populistas y mercantilistas. ¡Nadie quiere contar con un ahorro previsional forzoso!
De acuerdo, creo que ese espíritu libertario debe ser apoyado, con el mismo calor que, personajes como G. Bellido, S. Paredes o S. Bazán, entre otros, han abrazado la causa de dar acceso a un octavo retiro de fondos previsionales en las AFPs.
Creo, que el ser humano adulto y educado, no necesita la tutela de nadie para decidir qué hacer con sus ingresos, cuándo y cómo usarlos. Si consumirlos, ahorrarlos o invertirlos. Creo que, al Estado sólo le corresponde dar facilidades y autorizar, que se establezcan en el Perú instituciones gestoras de fondos e inversiones, que con solvencia profesional y la supervisión de un buen cumplimiento, que los recursos del público merecen, pueda maximizarles resultados económicos.
Las instituciones que manejen fondos previsionales voluntarios, pueden ser entidades especializadas, nacionales o internacionales, dispuestas a brindar ese servicio, con garantía absoluta de buena reputación, solvencia moral y económica.
En esas circunstancias, nadie tiene que disponer o “autorizar” retiros de fondos de las cuentas constituidas para esos fines. Repito, NADIE, menos unos congresistas que ignoran la materia y, a quienes sólo interesa hacer política electoral, haciendo creer que, gracias a ellos, los trabajadores podrán tener acceso a su dinero.
Me pareció muy interesante el comentario de un joven entrevistador a un gerente de una AFP, diciendo que, hoy en el Perú, tenemos adultos mayores, incluyendo octogenarios que, por falta de una pensión suficiente para alimentarse, “se veían obligados a trabajar de lo que sea” para tener un pan que llevarse a la boca. Ciertamente, se refería a gente que no tuvo la posibilidad o la disciplina de constituir un fondo previsional para su vejez. Y esa afirmación es cierta y muy válida.
Al Estado le corresponde educar en finanzas básicas a sus ciudadanos, hacerles ver desde jóvenes su autonomía, la importancia de constituir un fondo previsional; generar las condiciones para maximizar la inversión privada y que ésta, traiga como consecuencia más empleos dignos, con remuneraciones decentes, que les permita constituir un fondo de retiro para la vejez. Al Estado no le corresponde “tutelar” a los ciudadanos, menos aún, si por esa vía, manipulará los recursos individuales. No le corresponde decir cuándo consumir, ahorrar o invertir y en qué. Esa es una responsabilidad individual.
Es importante, que se le haga ver al ciudadano, que la “pirámide” poblacional está reduciendo su base, que la población está envejeciendo y que, en el futuro, sólo se sostendrá un sistema, para pensiones mínimas a los adultos mayores. Que, consecuentemente, su futuro dependerá únicamente de sus propias decisiones y que “deberán bailar con su propio pañuelo”.
Sabiendo que las pensiones son financiadas, 30% por los aportes y 70% por la rentabilidad acumulada. Sugiero que el Estado subaste la posibilidad de administrar un aporte mensual y centralizado del Estado, que permita la retribución mínima de una “Pensión 65” para todos, simulando un “Fondo Soberano”. ¡Quien quiera más, que construya su propio fondo!
Fuente: CanalB
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